¿Alguna vez te has preguntado por qué, cuando estás en la calle y pasa un coche con la música a todo volumen, la música se distorsiona cuando se aleja? La explicación de este fenómeno se la debemos al austriaco Christian Andreas Doppler, quien inventó el efecto con su mismo apellido, el efecto Doppler.

El efecto Doppler es el cambio de frecuencia que se produce a la onda relativa (el coche), en función al observador (que en este caso somos nosotros).

Supongamos que las ondas que se ven en la imagen son las del sonido. Si los coches estuvieran parados, las circunferencias se expandirían con lla misma distancia a izquierda y a derecha, ya que el origen del sonido no ha cambiado de posición. Sin embargo, si el origen del sonido cambia de posición, la distancia en las circunferencias es menor en la izquierda (pues el sonido viaja hacia allí) y mayor en la derecha, pues el origen del sonido es cada vez más lejano.

Si volvemos al ejemplo y tenemos en cuenta que nuestro punto de referencia es el micrófono (donde estamos situados) el coche azul tiene un sonido grave, porque hay menos frecuencia (cantidad de circunferencias); al contrario, el coche naranja tiene un sonido agudo, porque hay más frecuencia.

Oye, ¿y qué pasa si rompemos la velocidad del sonido? ¿Cómo se propagará entonces? Esta misma cuestión se la preguntó el austrohúngaro Ernst Mach. De hecho, Mach investigó los efectos de la acústica, la óptica y la termodinámica en velocidades superiores al sonido 47 años antes de que un avión rompiera por primera vez la barrera del sonido.

Cuando un avión está al borde de superar la barrera del sonido, se produce lo que se conoce como «conificación», que sucede cuando el avión comienza a dejar atrás a las ondas del sonido. Cuando el avión supera completamente la barrera del sonido se produce una explosión sónica, que no afecta ni al aire ni a la integridad de la nave. De hecho, el piloto que supera la velocidad del sonido ni se entera de que la ha superado, pues este ha dejado el sonido atrás.

A partir de ahí, el sonido tiene cierta latencia respecto a la posición del avión. Por eso cuando un avión sobrepasa la barrera del sonido y pasa cerca de ti, el sonido persigue a la fuente del sonido hasta que dicho sonido finalmente te alcanza y escuchas al avión.