La sala Mozart del Auditorio fue el escenario de la ceremonia de clausura del IV Festival Internacional Cinefrancia que este año ha entregado sus premios Angel a Brodeuses , de la joven directora El¨onere Faucher, otorgado por la Jurado, y Les choristes , de Chritophe Barratier, por el Público.

Con un cuarto de hora de retraso y ante un público de unas 600 personas aproximadamente, Fernado Rivarés y la actriz francesa Sophie Ducourent dieron comienzo a un acto que combinó a la perfección discursos, a ratos en castellano, a ratos en francés, con la proyección de vídeos y la música flamenca.

La primera en intervenir fue la teniente alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Rosa Borraz, quién habló del proceso de organización del propio festival e hizo un balance del mismo. "Estamos muy contentos con los resultados, nos llena de satisfacción ver la respuesta del público en esta edición del festival", contaba Borraz.

DATOS SIGNIFICATIVOS

Y no es para menos, porque este año alrededor de 5.000 personas, el doble que el pasado, han participado en las actividades de Cinefrancia. De hecho, según señaló hace unos días su director, Gaizka Urresti, una media de 100 personas ha acudido a cada pase de las películas de la Selección Oficial, que tenían lugar en la Sala CAI.

Pero no todo han sido proyecciones. También se organizaron dos cursos de cine, uno de ellos impartido por el guionista Jean Claude Carriere en Calanda, y el otro por Helios Jaime, catedrático de la Universidad de la Sorbona. Los debates y los conciertos también han sido otro importante aliciente de este festival.

El punto álgido de la ceremonia llegó con la entrega de premios. Carmen Puyó fue la encargada de entregar el Premio Angel del Jurado, que fue recogido por una embarazadísima Eléonore Faucher, directora del filme ganador. El segundo Angel de la noche lo recogió una de las actrices de Les choristes , de manos del Viceconsejero de Educación y Cultura, Juan José Vázquez.

El momento más emotivo de la noche lo protagonizaron un hombre y una mujer. El, figura en torno a la que ha girado todo el festival, recibía el Angel Honorífico en reconocimiento a toda una trayectoria cinematográfica llena de éxitos. Se trataba de Jean Claude Carriére, guionista de importantes películas y amigo y compañero de Luis Buñuel. Ella, asistía a la gala en representación del fallecido Paco Rabal, una persona muy cercana al cineasta de Calanda.

Así, Asunción Balaguer entregó el galardón a Carri¨re entre la cálida ovación del público. Un abrazo interminable fue el preludio de un discurso emotivo y sincero. "Es la primera vez que tengo un ángel en mis manos", señaló el guionista francés provocando risas en la sala. Bromas a parte, agradeció haber recibido ese premio porque "es muy raro otorgar un galardón de este tipo a una guionista". La viuda de Rabal quiso explicarle que le entregaba el Angel Honorífico "pensando en Paco, que tanto quería a Buñuel, igual que tú lo hiciste".

El broche final de la velada corrió a cargo de la cantaora y bailaora Ana Salazar, que reinterpretó con aires flamencos las canciones de la francesa Edith Piaf.