Camisetas sin mangas de grupos de heavy metal diversos (Blind Guardian, Slipknot, Metallica, Manowar, Iron Maiden...), guantes con pinchos, melenas, cerveza, buen ambiente... y Metallica por todas las partes: en los equipos de música de los coches, en los bares, a capella en las cuadrillas... Así se vivieron ayer en las inmediaciones de La Romareda las horas previas al esperado concierto del grupo estadounidense.

A las cinco y media, dos horas antes de que se abriesen las puertas del estadio, más de quince mil fans de Hetfield y sus muchachos ya cogían posiciones en los aledaños de las puertas, combatiendo las continuas rachas de viento con cerveza y buen humor. Andrés García y su hermano Pedro, Andrés Bidarte y Juan Lesaca cantaban, con más ilusión que acierto, Nothing else matters . Estos jóvenes estudiantes habían venido desde Pamplona para ver en directo a su grupo favorito. "Llevamos esperando este concierto ni se sabe el tiempo... Además se da la coincidencia de que nos encanta Slipknot, o sea, que el disfrute va a ser doble", apuntaba Juan.

Por su parte, los zaragozanos Manuel Gil y Marian Santiago, de 27 y 25 años respectivamente, estaban sentados al lado de su coche, que, con la puerta abierta, tenía el equipo de música conectado con una cinta de Manowar a tope. Sin duda, formaban una pintoresca pareja, porque él, "metaliquero de toda la vida", como vino a definirse, iba enfundado en una camiseta negra del grupo, pantalones de cuero, melena hasta el hombro y perilla muy poblada, mientras que su novia vestía de sport . "Metallica es el mejor grupo de todos los tiempos, y éste va a ser un conciertazo de cuidado", comentaba eufórico Manuel. Su novia, sin embargo, no estaba tan convencida: "Yo no conocía casi nada de Metallica, sólo alguna canción suelta, pero él me convenció para venir. Luego hemos quedado con unos amigos; a ver si lo pasamos bien".

´PARON´ DE EXAMENES

Ana Jimeno, Isabel Díaz y Marta Velasco intentaban, aunque sin éxito, regatear con el vendedor de un puesto de camisetas. Las tres, universitarias de veinte años, se tomaron la jornada de ayer como un break en sus exámenes. Eran las siete de la tarde y dentro del estadio comenzaban a sonar las primeras pruebas de sonido de los teloneros. "Sé que me la estoy jugando --decía Marta-- porque tengo examen el martes; ¡pero es que por este concierto me da igual suspender una!". Isabel, que lucía una colorida camiseta de Deep Purple, agregó: "Calla, calla, eso no lo digas ni en broma, que a ver si nos vamos a descentrar y suspendemos también el resto". Acto seguido, las tres amigas comenzaron a entonar The memory remains , que una cuadrilla comenzó a cantar a pleno pulmón.

Y es que ayer no era un día para pensar en exámenes. Ayer era el día de Metallica.