TITULO Icaros

ARTISTA Marina Núñez

LUGARES Escuela de Arte y Edificio Paraninfo

FECHA Hasta el 3 de diciembre

Desde el arte, Marina Núñez interviene de modo activo en el tortuoso proceso de construcción de una nueva identidad individual y colectiva que redefina su posición en la sociedad actual, dominada por un nuevo poder que busca amparo en los complejos mecanismos de los códigos de información, en los flujos de mensaje y en las imágenes de representación que cuestionan las tradicionales distinciones entre lo humano y lo no humano o entre la realidad y su representación.

En esta época de incertidumbres, quizá favorecida por los desconocidos efectos de la progresiva expansión de la realidad virtual, de la inteligencia artificial o de la ingeniería genética, es conveniente estar alerta y poner en cuestión la naturaleza de lo humano, para entre otras cosas poder identificarlo. En los últimos años, Marina Núñez (Palencia, 1966) se ha mostrado especialmente crítica con las teorías que confían en el paradigma ciborg y pasan por alto algunas de sus consecuencias, como la alteración subjetiva de la identidad o la generación de un nuevo tipo de subjetividad.

Las imágenes de monstruas y locas con las que Núñez desautorizó el discurso de una historia hecha por los hombres, han cedido su lugar a los ciborgs en la serie Ciencia ficción . Como ha señalado, se trata más de un cambio en el universo de referencias que de un cambio de planteamientos, dado que en última instancia es la identidad, y no sólo el cuerpo, el tema que más le preocupa.

Aun cuando no conviene perder de vista la ausencia absoluta de ingenuidad en el uso de las nuevas tecnologías, Marina Núñez convierte a sus ciborgs en ícaros, entre la tecnofilia y la tecnofobia, apunta. Serán estos ciborgs los protagonistas de la narración del heroico fracaso de Icaro. La sala de exposiciones de la Escuela de Arte aparece convertida en el escenario que acoge la cuidada puesta en escena. Cruzado el telón, los espectadores se ven inmersos en un espacio vacío, habitado sólo por la presencia cambiante en función de la ausencia o de la presencia de luz, de los ícaros. Las anatomías ciborgs que se deslizan en la oscuridad en suaves fluctuaciones se tornan violentas cuando la luz descubre la precaria estabilidad de los ahora, al menos en apariencia, cuerpos humanos que colgados de cuerdas escenifican la acción en escorzos perspectivos de raigambre barroca.

La inestabilidad del vuelo registra en nuestra mente la caída que Marina escenifica en el Paraninfo, cuyo suelo ha cubierto con la instalación de baldosas realizadas con infografía sobre una superficie de PVC que representan un paisaje abisal lleno de cráteres y agujeros negros, en cuyo interior anidan pequeños, extraños y energéticos universos cósmicos interconectados y retroalimentados con la tierra a través de raíces o adminículos protésicos.