DIRECTOR: Gary Fleder

INTERPRETES: Gary Sinise, Madeleine Stowe

PAIS: EEUU AÑO: 2003

CINES: Goya

Infiltrado podría haber sido una película mucho más interesante de haber puesto sus responsables, el director Gary Fleder y el actor y productor Gary Sinise, toda la carne en el asador. Materia prima atractiva no les faltaba, ya que la película es otra adaptación de un relato de Philip K. Dick.

El espectador familiarizado con las obras de Dick, o con otras versiones cinematográficas de sus historias, encontrará no pocos elementos comunes entre Infiltrado y Blade runner, Desafío total y Minority report , tres producciones de mayor envergadura que la de Sinise que toman como base los desquiciados futuros descritos por Dick, en los que los protagonistas nunca saben si se encuentran en la realidad o en un sueño, una pesadilla o un mundo virtual. Los escenarios por los que se mueven los personajes de Infiltrado recuerdan en su suciedad al Marte de Desafío total , y en su nocturnidad permanente están próximos a los de Blade Runner . Los protagonistas de estas películas, al igual que el Tom Cruise de Minority report , se enfrentan a uno de los temas primordiales de la ciencia ficción de los 50, la pérdida de identidad.

El principal problema de Infiltrado , en el que nunca incurrieron las tres otras adaptaciones de Dick citadas, es que el angustiante punto de partida queda engullido por una narración mecánica de peripecias y suspense. Sinise, el científico que debe demostrar que es quien aparenta ser en realidad, se pasa toda la película corriendo de un lado a otro de la ciudad hasta que la razón por la que es perseguido se desvanece.

Queda la contemplación de un futuro aterrador, con el planeta cubierto por una muralla protectora que impide la penetración de las naves alienígenas que lo sobrevuelan, y una cierta honestidad narrativa en tiempos de megalomanía audiovisual.