Buñuel sigue vivo en su trabajo. 34 años después de la muerte del célebre cineasta calandino nuevos documentos sobre él salen a la luz. En esta ocasión se trata de una serie de fotografías inéditas que el veterano fotógrafo Ramón Masats realizó durante el rodaje en España de la película Viridiana, en 1961. Estas instantáneas, positivadas por Jose Manuel Castro Prieto, se pueden ver desde hoy en el IACC Pablo Serrano bajo el título Buñuel en Viridiana. La exposición, que muestra un total de 35 fotografías provenientes de cuatro carretes, recoge momentos del rodaje de la película en Villa Matilde, una finca de las afueras de Madrid que actualmente ocupa el campo de golf de La Moraleja.

Esta exposición ha corrido a cargo de los comisarios Antonio Ansón y Amparo Martínez, investigadores habituales de la figura del cineasta turolense. Los dos comisarios estuvieron acompañados ayer durante la inauguración por el propio Ramón Masats, así como por Felipe Faci, secretario general técnico del Departamento de Educación y Cultura; y por Vicente Domínguez, viceconsejero de Cultura de Asturias.

Las instantáneas expuestas en la muestra retratan a Buñuel en diferentes momentos del rodaje, escribiendo el guion, tratando con el equipo técnico, dirigiendo a los actores y también descansando. Viridiana supuso la vuelta de Buñuel a una España que había abandonado 24 años atrás a causa de la Guerra Civil. Aunque a priori la elección de España para rodar esta película fue una estrategia del gobierno franquista para renovar la imagen cultural del país, finalmente la decisión acabó siendo contraproducente para el régimen, a quien se le privó de ver la cinta entera hasta su estreno en el Festival de Cannes de 1961. Fue entonces cuando el gobierno se vió obligado a censurar la cinta por sus constantes mensajes críticos hacia la falsa caridad y la religión católica.

«Yo por aquel entonces trabajaba para una revista que se llamaba Gaceta Ilustrada, me presenté dos días en el rodaje, a Buñuel no le gustaba que estuviese por ahí, me miraba bastante mal» comentó Masats, quien en 1961 gracias a la ayuda de sus amigos Antonio y Carlos Saura, consiguió colarse en el rodaje de esta obra maestra de Buñuel. «La exposición está muy bien montada, muy respetuosa con Buñuel y conmigo» añadió el fotógrafo, que hasta ayer no había visto estas fotografías impresas en papel.

DESMONTANDO EL MITO

Amparo Martínez, comisaria de la exposición, definió así el trabajo de Masats: «Ramón tomó una decisión muy sabia, que fue no intentar fotografiar todo el rodaje, sino simplemente fotografiar a Buñuel trabajando en las diferentes etapas del proyecto creativo» y añadió «Este trabajo fotográfico rompe el mito de Buñuel como un cineasta improvisador y malhumorado para definirle como un trabajador metódico y muy disciplinado, el lenguaje corporal que muestra en las fotografías destila ese respeto con el que trataba al equipo técnico y la capacidad que tenía de construir buen ambiente entre el equipo de trabajo» aseveró Martínez, quien también se deshizo en halagos hacia el fotografo «El maestro Buñuel miraba a Masats con desconfianza, sin saber que estaba mirando a otro maestro en construcción».

La exposición permanecerá en el IAACC Pablo Serrano hasta el 3 de septiembre, para pasar después por el Museo de Huesca, el Centro Buñuel Calanda y el Museo de Teruel.