"Siento que me han hecho un lifting emocional. Los jóvenes han recuperado la calle de una forma espontánea y visceral similar a cómo nos planteamos nosotros la película. Yo tengo una cámara, tú un micrófono y cuento lo que me cabrea. Fabricamos un ladrillo para tirarlo contra la cristalería absurda del PP. Lo tremendo es haya tenido que ocurrir por encima de 200 muertos."