Título: «Yo confieso»

Autor: Mikel Lejarza y Fernando Rueda

Editorial: Roca

Pocos libros como este rezuman tanto realismo. Yo confieso (Roca Editorial), escrito por Mikel Lejarza y Fernando Rueda, pertenece a esa estirpe de títulos documentales, pero que se leen como una novela. No porque imaginen, falseen o adornen nada, sino porque los hechos que refieren, de tan insólitos parecen tejidos por los mimbres de los sueños. Siendo su contenido, todas y cada una de sus páginas, párrafos, afirmaciones y confesiones estrictamente reales.

Mikel Lejarza, alias El Lobo, está considerado por la mayoría de los expertos el espía español más importante de las últimas décadas. Su trabajo dentro de la organización terrorista ETA, en la que se infiltró muy tempranamente, ha servido como pocos para combatirla y finalmente llegar a desmantelarla (siendo, paradójicamente, el propio Lejarza quien nos advierte de que el fenómeno terrorista podría rebrotar en el País Vasco).

Fernando Rueda, prestigioso periodista de investigación ligado a cabeceras ya míticas como Interviú conoce muy bien a Lejarza. Cuando se propuso escribir, conjuntamente con el protagonista, una suerte de memorias suyas, quiso primar la voz del agente especial. El lector devora Yo confieso en primera persona,y en primer plano, pues no es otro que el propio Lobo quien nos va narrando, a ritmo de vértigo, a ritmo de thriller, sus increíbles peripecias.

Comenzando por el principio y los principios de una ETA que no podía imaginar haber incorporado tempranamente a un agente de la inteligencia española.

A alguien reclutado y formado en La Casa, como en argot llaman sus miembros, antes CESID, hoy CNI, al Centro Nacional de Inteligencia.

Con cuyos directores y dirigentes tuvo Lejarza sus más y sus menos, dependiendo del grado de apoyo que recibían sus ideas, iniciativas y encubiertos trabajos. La mayoría de sus actividades, obvio decirlo, comportaban un grave riesgo para la propia vida de nuestro espía. Cuyas reuniones, viajes y confidencias trascurrían en unión de Pertur, Apala, Pakito y otros muchos e igualmente peligrosos terroristas, que ya habían atentado o estaban a punto de hacerlo.

El Lobo nos describe con lujo de detalles sus modos operativos, su formación en armamento y explosivos, cómo pasaban la fronteras a través de las mugas hacia el País Vasco francés, dónde se ocultaban en Hendaya o San Juan de Luz, qué clase de jerarquía regía entre ellos y cómo, por qué y contra quiénes planificaban sus sanguinarios atentados.

Yo confieso nos sitúa en el corazón de situaciones tan extremas como las propias reflexiones que se derivan de ellas. Decisiones, en cuestión de segundos, sobre vidas y muertes, tragedias que a algunos afectaban más que a otros. Los poli-milis, algo más humanos. Los duros de ETA, asesinos sin escrúpulos que celebraban sus matanzas.

Un libro valiente, estremecedor, avalado por un héroe que cuenta de primera mano mucho de lo que realmente pasó dentro de la organización terrorista que contribuyó a derrotar.