Izal actúa el jueves en la sala Oasis de Zaragoza dentro de los Vodafone Yu Music Shows. Los clientes de Vodafone mayores de 18 años pueden retirar sus invitaciones a través de la web y, además, se emitirá el concierto en streaming.

--¿Cómo están asimilando el éxito que les ha llegado en el último año?

--Con felicidad porque, al final, creo que cualquier persona que le apasiona cualquier tipo de actividad artística que sea una vocación, lo que quiere es dedicar su vida y su tiempo a eso y nosotros lo estamos consiguiendo. Hemos tenido un tiempo para asimilarlo porque parece que esto ha surgido de la noche a la mañana y que nos lo hemos encontrado al despertar pero llevamos mucho tiempo cada uno por separado, trabajando en proyectos diferentes que fueron duros, no daban frutos... Ha sido un camino largo que en el último año y medio ha empezado a dar frutos y la bola de nieve se ha hecho más grande y, afortunadamente, estamos en un buen momento.

--Quizá una de sus características es que ya existe el sonido Izal...

--Es algo vital. Con el segundo disco era lo que más nos quitaba el sueño, que la gente supiera a qué jugamos, cuál es nuestra identidad, cómo vivimos la música... Que un grupo tenga un estilo propio es vital.

--¿El sonido Izal lleva implícito la intensidad?

--Cuando se viene a un concierto nuestro nunca nos falta la energía. Intentamos que haya un enorme intercambio de energía entre el artista y el público. Y luego quizá la otra seña de identidad sea el eclecticismo, los ingredientes variados que intentamos meter dentro de nuestro trabajo. Somos cinco personas muy diferentes musicalmente entre nosotros y a la hora de arreglar temas surgen ideas muy diferentes. Nos aburren los temas planos y buscamos divertirnos nosotros lo primero.

--Es el compositor de las canciones. ¿Qué busca cuando se pone a componer?

--Cada vez que me siento a hacer algo intento que me lleve a sitios que no he visitado, que haya ingredientes nuevos y si algo me parece que ya lo he transitado, lo desecho.

--¿Se sienten bandera del optimismo?

--Tenemos de todo... pero es verdad que los temas más luminosos han conectado mejor con la gente. Sin embargo, Agujeros de gusano nos parece un disco oscuro en cuando a texturas, sonidos... No queremos ser ni muy tristes ni muy alegres.

--A pesar del éxito de su primer disco para el segundo volvieron a recurrir al crowdfunding. Hubo fans que no lo entendieron...

--El segundo disco llegó en un momento, paradójicamente, todavía peor económicamente, porque el grupo estaba empezando a sacar la cabeza pero teníamos mucho planes futuros que aún no habían llegado y habíamos tenido que dejar nuestros trabajos porque el proyecto se había puesto exigente. A muchas personas que seguían al grupo de antes quizá les sorprendió. Hubo críticas que apechugamos pero estábamos peor que nunca. La gente nunca sabe cómo funciona esto, es muy complicado... Ojalá para el tercer disco no necesitemos pedirle nada a nadie y dejaremos que la gente que puso algo para nuestros discos lo hagan para otros grupos que lo necesiten en ese momento.

--Regresan a Zaragoza donde estuvieron hace unos meses. ¿Qué recuerdan del público aragonés?

--Aquel concierto de La casa del loco fue brutal. Nosotros siempre vamos con incertidumbres a los sitios pero fue fantástico, así que este del jueves seguro que va a ser igual. Nos encanta volver a ciudades que recordamos con gusto.