Fue un enamorado del paisaje aragonés, sombrío y yermo en muchos casos, de la naturaleza y de su huerto, que cuidó hasta que sus fuerzas se lo permitieron. Y también un gran mecenas y coleccionista, que con el tiempo fue donando al Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) su legado para que fuera mostrado al público. José Beulas (Santa Coloma de Farnés, Gerona, 1921 - Huesca, 2017), falleció ayer en su casa en la capital oscense a los 95 años, acompañado por su segunda esposa, Quimeta Camí, familia y amigos. Esta tarde, a las 18.00 horas, se celebrará un funeral-homenaje en la catedral de Huesca.

En su Gerona natal comenzó su afición por la pintura retratando el paisaje cercano. El servicio militar, que realizó en el Cuerpo de Alta Montaña, le llevó a la provincia altoaragonesa a principios de los años 40. Ese cambio fue fundamental, ya que el paisaje oscense ha sido uno de los temas esenciales de su obra ; ; convirtiéndose él en uno de los mejores paisajistas de su generación.

En 1946 se casó con María Sarrate y convirtió Huesca en su casa. La Diputación Provincial de Huesca (DPH) y el ayuntamiento de la capital, le becó, lo que le permitió ingresar en la Escuela de Bellas Artes de la Academia de San Fernando en Madrid. El legado de José Beulas a Huesca contienen una parte importante de los trabajos realizados en aquellos años. En 1955 viajó a Roma, donde concluyó su formación y trató con las máximas figuras de la pintura y el arte europeo. Poco después regresó a Madrid y consiguió una pensión de la Fundación Juan March.

REENCUENTROS

Al regreso a Huesca, se reencontró con ese paisaje que tanto le gustaba, que pintaba con sus franjas horizontales y un sobrio colorido. A mediados de la década de los 70, su pintura se volvió más abstracta, radicalizandose aún más a principios de los 90. Fue en estos años cuando el matrimonio Beulas Sarrate decidió donar a Huesca su colección de arte contemporáneo y parte de sus bienes con la intención de crear un Centro de Arte Contemporáneo, el CDAN, con el que ha vivido una relación de altibajos.

No ha pintado hasta el final, pero casi, recordaba ayer el galerista Mariano Santander, quien una vez al año realizaba una exposición de su obra en A del Arte; y cada domingo subía a tomar el vermú con él a Huesca y «nos preguntaba siempre lo mismo: cómo iba la galería o el panorama artístico en Zaragoza». Santander señalaba que su vida «ha tenido dos partes», por un lado, la pasión por el paisaje aragonés, con sus rastrojos y sus colores yermos» que con el tiempo fueron «perdiendo dureza e introduciendo nuevos colores». Y, por otro, su deseo de donar la colección para dotar a Huesca de un museo, el CDAN, que «seguía visitando siempre que podía».

Beulas mantuvo siempre esa «pasión por la pintura, la naturaleza, los animales, el huerto, al que dedicaba mucho tiempo... y por las visitas de los amigos que le animaban». Santander lo definió ayer como «colaborador y generoso» y recordaba un viaje a Fuendetodos (luego hubo más), que «entusiasmó» al pintor por «la paz del pueblo, su cielo azul...» y por la amistad que «creó con su alcalde, al que también donó obra».

REACCIONES

Las instituciones aragonesas lanzaron mensajes de pésame a la familia. El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, le agradeció al pintor su «generosidad con Huesca y con su paisaje». Por su parte, el director general de Cultura, Nacho Escuín, destacó a Beulas como un pionero en el arte contemporáneo. «Hay que agradecerle todo su proyecto de arte y naturaleza que ahora se puede disfrutar en el CDAN. Su colección y su propia obra forman parte de ese legado que con generosidad brindó a la ciudad de Huesca», declaró. El presidente de la DPH recordó que la verdadera pasión del artista fue que todos los oscenses disfrutaran de su obra; mientras que el alcalde de Huesca, Luis Felipe destacó que el pintor ayudó a colocar a Huesca en un lugar de privilegio en mundo del arte.