La reproducción de uno de los tesoros tan misteriosos como adorados por los creyentes cristianos ya se encuentra en el Museo Diocesano de Zaragoza, lugar que acogerá hasta el 30 de abril esta muestra sobre la historia misteriosa de la Sábana Santa.

Este icono, que solo pertenece a la Iglesia desde hace 15 años cuando el marquesado de Saboya se lo donó a la institución, está fielmente reproducido a lo largo de 12 salas, en las que se exhiben los diversos procesos que se han llevado a cabo durante años para conocer su verdadero origen; para terminar, con una reproducción a tamaño natural del hombre de la sábana, realizada por el escultor sevillano Juan Manuel Miñarro.

Destacan dos salas. Una está dedicada a los estudios forenses, donde el espectador asiste a un análisis realizado con alta tecnología en tres dimensiones, y en la otra es la ciencia la que adquiere el protagonismo con una explicación de cómo pudo ser la formación de la imagen de la Sábana Santa, a lo que desde el ámbito cristiano se conoce como Resurrección. En este sentido, "los estudios tildan de inexplicable que una imagen se plasme en la tela a través de una posible energía transmitida por un cuerpo", explicó ayer durante la inauguración el comisario de la muestra, Álvaro Blanco.

Son diversas las técnicas que se han realizado sobre la Sábana Santa: analizador de imágenes VP8, carbono 14, láser, etc. La exposición también recoge un número original de la revista Nature de 1989 en la que se afirma que la prueba no era fiable.

El recorrido incluye además una recreación de la tela original que se supone albergó el cuerpo de Jesucristo y cuyas dimensiones son de 4,30 por 1,10 metros. La sábana está manchada de sangre y con la imagen del cuerpo de un hombre con visibles signos de tortura.

En una mesa de laboratorio, el visitante puede contemplar la recreación del esqueleto que habría contenido la Sábana Santa y la entrada de la herida de la lanza, con la trayectoria de la misma, la cual habría matado a Jesucristo y también aparece marcada en la tela.

Piezas exclusivas, como una reconstrucción a escala real del sepulcro en el que probablemente fue enterrado Jesús de Nazaret, el facsímil de la Sábana Santa, realizado para esta exposición por el laboratorio de Turín, una eminencia en el análisis de esta tela, según el comisario, así como una colección de 30 denarios (monedas de la época) forman, igualmente, parte de esta exposición.

REPRODUCCIÓN EXACTA Otro de los elementos más significativos de la muestra es la reproducción a tamaño natural del cuerpo que estuvo envuelto por la tela, del hombre de la sábana, Jesús de Nazaret, según la historia cristiana. Se trata de una pieza realizada con suma precisión por el restaurador y escultor sevillano Juan Manuel Miñarro, estudioso de la síndone que lleva 12 años analizando la historia que alberga esta reliquia.