EXPOSICIONES ´Silencios latentes´, de Manel Esclusa; y ´Playground´, de Adrián García

LUGAR Museo Pablo Serrano

FECHA Julio-agosto

Durante los meses de julio y agosto, la programación de las salas de exposiciones temporales del Museo Pablo Serrano continúa muy activa. ¿Los motivos? La primera muestra individual en la ciudad de Adrián García (Tetúan, 1969) y una magnífica retrospectiva de Manel Esclusa (Vic, Barcelona, 1952), todo un referente de la fotografía española a cuyo impulso contribuyó de modo esencial desde mediados en los años setenta, cuando fundó el grupo Alabern en 1976, con Formiguera, Fontcuberta y el aragonés Rafael Navarro.

En 1977, la galería Spectrum mostraba su obra en la capital aragonesa, una ciudad a la que ha regresado en diferentes ocasiones, siempre de la mano del también fotógrafo Julio Alvarez --y director de Huesca Imagen--, quien sin duda ha propiciado que ahora podamos contemplar el singular itinerario nocturno que nos propone Alejandro Castellote, comisario de esta exposición.

Es en la noche donde todo sucede en las imágenes de Esclusa, ancladas en el escenario de la ciudad de Barcelona, donde vive. Con independencia del elemento o tema elegido para protagonizar las series que configuran su trabajo, y se solapan en un tiempo siempre indeterminado por depender en exclusiva del deseo, el territorio de la ciudad es sin duda el lugar donde es posible encontrarse y también sumergirse en el fascinante mundo del inconsciente.

´SILENCIOS LATENTES´

Esclusa fotografía su ciudad incorporando la sombra de su cuerpo en la serie Si-lepsis (1979-1981). Muestra su fascinación por el mar y el agua en las series Naus (1983-1996), grandes proas de barcos anclados en el puerto de Barcelona cuya visión invita a imaginar historias, Mar de vitrines (1991), barcos atrapados en vitrinas, y Aquariana (1986-1989), inmerso en el silencio y en la contemplación de grandes acuarios; y cómo no, nunca alejado del escenario urbano, Urbs de nit (1984-1996), donde secuencia de fotografías donde la arquitectura impone el ritmo vertiginoso, casi mítico, cuyo desarrollo serial en el tiempo coincide con Trencadís (1992) en homenaje a Gaudí. En ésta, Manel Esclusa fija la atención en la técnica decorativa del arquitecto, no para reproducirla sino para proponer una nueva imagen a partir de la recomposición de los fragmentos de negativos que contienen motivos gaudinianos.

En todas las series citadas, tan importante como el tema es la gramática y los procesos fotográficos utilizados por el artista. Conocedor de los secretos de la luz, Esclusa deja que sea en la oscuridad donde se generen las imágenes; y experimenta. La serie L´arbre (1991-1998) agrupa imágenes en principio aisladas y más tarde unidas esta vez por la luz y el continuo afán de experimentación. Scantac (1995-2002) aborda la interioridad del yo a través de la experimentación digital de imágenes de su cabeza generadas por los sistemas de scanner y TAC, empleados en medicina. Su pasión por la música, Aiguallum (2000), culmina los silencios latentes del fotógrafo Manel Esclusa que como reflejos de vida exigen un tiempo lento de contemplación.

´CAMPO DE JUEGOS´

Playground (Campo de juegos) es el título de la instalación de Adrián García, partícipe del desconcierto de la ruptura del nexo técnica-conocimiento que en el mundo clásico se consideró indisociable. La técnica se impuso como fin en sí misma a costa de perder su fuerza para crear significados, y entre sus múltiples y muy diversos efectos, Adrián García apunta que de ser producto de la naturaleza, quizá empecemos a ser productores de ella.

Su reflexión se formaliza en la construcción de un extraño paisaje del que forman parte toda una serie de artilugios extremadamente depurados. Los distintos elementos de apariencia doméstica que se acompañan de su correspondiente manual de instrucción y siempre dispuestos al viaje, incorporan en su interior imágenes de una naturaleza protegida; o quizás en construcción. Esa es la duda. También el acierto de la reflexión liberadora que Adrián García nos propone.