En septiembre del 2015, Andrea Motis inauguró, junto a su inseparable Juan Chamorro, el festival de jazz de Zaragoza en la sala Mozart del Auditorio. El próximo sábado regresa a la capital aragonesa para presentar en el Teatro Principal Emotional Dance, un disco grabado en Nueva York, con la prestigiosa discográfica Impulse! Records, lo que significa su lanzamiento internacional.

Andrea Motis ya no es la niña prodigio que deslumbró con 13 años en la orquesta de su barrio, la Sant Andreu Jazz Band, sino una estrella del jazz catalán que, a sus 21 años, acaba de dar un paso adelante con este álbum, en el que firma tres temas propios. Joan Chamorro, el maestro que descubrió a Motis y con quien ha grabado seis discos, sigue a su lado, pero ahora es Andrea quien lidera la banda y quien toma las decisiones, como la de incluir tres canciones en catalán. Es un paso adelante, porque se va a hacer un lanzamiento internacional y las canciones van a llegar a países donde no me conocen».

Los primeros países donde se edita el disco son España, Francia, Alemania y Japón, pero luego vendrán muchos más, un salto al exterior que ha condicionado el contenido del disco, en el que Andrea ha querido hacer «una síntesis del trabajo de los últimos siete años, con versiones de canciones antiguas, que es lo que hacíamos al principio, y composiciones propias totalmente nuevas».

Por primera vez, Motis incluye tres temas creados por ella: dos en inglés y uno instrumental; todos en la órbita del jazz, porque se siente una intérprete de género y no quiere dejar de serlo.

Uno de ellos, If you give more than you can, habla de «esos momentos en los que tienes mucha responsabilidad, das mucho a la profesión y no tienes tiempo para ti mismo», algo que le ha pasado a menudo a esta chica, que en los últimos siete años ha grabado un disco anual y ha seguido estudiando.

Ser niña prodigio no es fácil, aunque Andrea Motis asegura que siempre se ha sentido muy apoyada y protegida por Juan Chamorro y el resto de los miembros del quinteto con el que ha trabajado en los últimos años. «Al principio lo decidía todo Juan Chamorro, pero poco a poco me ha ido dando responsabilidad y yo he ido cogiendo las riendas. Los miembros del grupo siempre me han dicho que tenía que ir poniéndome al frente porque, al fin y al cabo, yo soy la cantante y la que da la cara», explica.

Una nueva etapa que mostrará el sábado en un Teatro Principal lleno a rebosar, pues ya no quedan entradas..