La emboscada en la que murieron siete agentes españoles del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el pasado 29 de noviembre en Latifiya (a 30 kilómetros al sur de Bagdad), ha sido reivindicada por un nuevo grupo terrorista que se hace llamar Ansar al Sunná y que intenta movilizar, según Estados Unidos, a todos los islamista radicales en Irak.

Según la cadena estadounidense NBC, el grupo terrorista muestra en una grabación difundida en internet las tarjetas de identidad de los agentes españoles fallecidos en la emboscada, además de las de agentes canadienses también atacados.

Los espías fueron atacados el 29 de noviembre con lanzagranadas al sur de Bagdad. De los ocho que viajaban en el convoy, tan sólo uno, José Manuel Sánchez Riera, logró escapar.

Entre los atentados que el grupo se atribuye está el del 1 de febrero contra dos cuarteles de un partido kurdo en Irbil, donde murieron más de 100 personas.