Las alusiones al recién fallecido presidente palestino Yasir Arafat, por quien la izquierda aberzale siempre ha profesado una auténtica devoción, no podían faltar. El honor de citarle correspondió a Arnaldo Otegi, quien incluso colocó la típica kefiá sobre el atril, lo que provocó un largo y fuerte aplauso de todos los simpatizantes de la formación ilegalizada.

Tras mostrar sus condolencias al "oprimido" pueblo palestino, Otegi le envió "un saludo revolucionario", no sin antes recordar que quien fue tachado de terrorista Arafat acabó ganando el Nobel de la Paz. Otegi parafraseó el histórico discurso que el dirigente fallecido realizó en la ONU para reclamar que el "ramo de olivo" que Batasuna presentó ayer "no se deje caer al suelo", y acabó con un " gora Palestina".