La 4 Asamblea General del PNV abre hoy la nueva etapa sin Xabier Arzalluz. El cónclave, que se cerrará mañana con la primera intervención de Josu Jon Imaz como presidente del partido, servirá sólo para escenificar la despedida de quien ha dirigido a los peneuvistas durante 23 años, pues tanto el contenido de la ponencia política como los miembros de la nueva dirección se han decidido en los debates previos celebrados por las asambleas regionales.

Es el peculiar sistema organizativo del PNV el que hace posible llegar a la asamblea general con todo el bacalao vendido. La elección del presidente quedó zanjada el pasado 18 de diciembre, aunque formalmente será esta tarde cuando los delegados emitan su voto. El "mandato imperativo" que dan las asambleas municipales a sus representantes en la general hace imposible que los resultados cambien en favor del otro candidato, Joseba Egibar, que fue quien perdió la batalla hace un mes.

El hasta ahora portavoz del partido abandonará con Arzalluz la dirección peneuvista, al menos hasta que en el mes de mayo se dilucide si puede volver a la dirección nacional del partido (EBB) como presidente de la ejecutiva guipuzcoana. El pasado domingo, y con un adelanto inusual, Egibar anunció que ha decidido optar a este cargo.