El Gobierno del PP destruyó cartas y grabaciones de conversaciones entre presos islamistas antes del 11-M. Instituciones Penitenciarias no contaba con traductores de árabe para calibrar la importancia de su contenido y no recibió instrucciones del Ministerio del Interior del Gobierno de José María Aznar sobre qué hacer con esos documentos. La revelación se recoge en el informe realizado por el coordinador de seguridad de Instituciones Penitenciarias, que ayer expuso el actual ministro del Interior, José Antonio Alonso, en la reunión del pacto antiterrorista.

Fuentes presentes en la reunión --la segunda que se celebra bajo Gobierno socialista-- confirmaron que el informe desvela que las conversaciones y correspondencia cruzadas entre presos islamistas se destruyeron durante años. Las cartas se fotocopiaban y se enviaban a Interior para su análisis, porque Instituciones Penitenciarias carecía de traductores de árabe para interpretarlas. Las grabaciones se guardaban en la Dirección de Prisiones, pero también eran periódicamente destruidas.

SIN LAZOS El mismo informe concluye que no puede establecerse "la más mínima relación" entre ETA y el terrorismo islamista tras estudiar cuantos datos hacían sospechar que existía. El líder del PP, Mariano Rajoy, pidió a Alonso que continúen las investigaciones para ver si en el futuro llega a probarse esa relación.

El titular de Interior también detalló ante los representantes del PP y el PSOE un plan de control y dispersión de los presos islamistas con el que su departamento pretende impedir la formación de células terroristas en las prisiones españolas. El plan de prisiones surge de la evidencia de que líderes del 11-M como Allekema Lamari (el último de los suicidas de Leganés identificado) o el delincuente Jamal Ahmidam, el chino , contactaron en prisión.

En adelante, Interior dispondrá de un sistema informático que controle todas las llamadas, comunicaciones y correspondencia de los presos islamistas. Y contará con personal cualificado para entender el contenido de esas comunicaciones. Ese control pretende detectar su posible relación con miembros de células terroristas que se encuentren en libertad. Una de las tareas de las células durmientes es apoyar a los presos, a los que suministran ayuda económica y soporte moral.

LIDERES INCIPIENTES La segunda medida que Interior aplicará en las prisiones es analizar el perfil de cada preso para detectar actitudes de liderazgo, y cortar de raíz cualquier embrión de célula islamista.

La reunión del pacto fue valorada como "muy positiva" tanto por el PP como por el PSOE. Además de los informes sobre el terrorismo islamista, Alonso repasó los últimos éxitos policiales contra ETA. La carta suscrita por seis reclusos etarras en la que abogan por dejar la violencia ocupó parte de la reunión. Tanto PP como PSOE se felicitaron de que la firmeza del pacto antiterrorista dé cobertura política a la actuación policial.