Las manifestaciones convocadas este sábado en numerosas ciudades de Francia en memoria del joven ecologista Rémi Fraisse, fallecido hace una semana por el disparo de una granada policial durante una protesta contra la construcción de una presa, han derivado rápidamente en duros enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos radicales.

Los disturbios fueron particularmente virulentos en Nantes, donde los manifestantes lanzaron botellas de ácido contra la policía y, según fuentes de la Prefectura, hubo 20 detenidos y al menos cinco heridos. También en Toulouse los manifestantes rompieron lunas de escaparates y se enfrentaron con piedras a la policía, que practicó 13 detenciones. Hubo igualmente incidentes en Lille, Dijon y Niza.

El primer ministro, Manuel Valls, consideró los actos de violencia como «un insulto a la memoria» de Rémi Fraisse y lo mismo hizo el co-presidente del grupo Europe Ecologie des Verts (EELV) en la Asamblea nacional, François de Rugy, que desmarcó a su partido de las convocatorias en memoria del joven fallecido, «un pacifista convencido», dijo.

Por otro lado, la oenegé ecologista France Nature Environnement, de la que Fraisse era voluntario, ha organizado para este domingo en París una concentración pacífica frente a la torre Eiffel. La web 'Paris-luttes.info' ha convocado a sus militantes en la plaza de Stalingrado para denunciar la violencia policial, pidiéndoles que acudan «con sus cascos de moto, bicicleta o patinete». Las fuerzas del orden temen que la concentración derive en enfrentamientos violentos como los del sábado.