Miles de personas se manifestaron ayer en Roma a favor de la paz y la liberación de los rehenes secuestrados en Irak. Las familias de los tres cautivos italianos encabezaban la marcha, en la que no participaron dirigentes políticos. El pasado lunes, los secuestradores amenazaron con matar a Maurizio Agliana, Umberto Cupertino y Salvatore Stefio --un cuarto rehén ya fue ejecutado el 14 de abril-- si los italianos no salían a manifestarse contra la guerra en el plazo de cinco días. El ultimátum vence hoy. El papa Juan Pablo II imploró ayer la liberación de los rehenes "en nombre del Dios único".