Amal Hussain, la famélica niña yemení que protagonizó una de las imágenes de más impacto de los últimos tiempos para ilustrar las terribles consecuencias de la guerra y la hambruna en su país, ha fallecido. A sus 7 años y con un estremecedor aspecto, la pequeña reposaba en una cama de hospital con una mirada que impactaba tanto como su aspect vulnerable.

El retrato de la niña hambrienta se publicó la semana pasada en The New York Times, el mismo medio que ha informado de que la niña ha perdido la vida. Este jueves, la familia de Amal dijo que había muerto en un campamento de refugiados irregular a cuatro millas del hospital.

"Mi corazón está roto. Amal siempre estaba sonriendo. Ahora estoy preocupada por mis otros hijos", ha revelado su madre, Mariam Ali, durante una entrevista telefónica con el medio estadounidense.

La pérdida pone cara y nombre al tremendo coste humano de un conflicto armado impulsado por los saudís, y cuya situación ha cobrado importancia en las negociaciones internacionales a raíz del escándalo mundial por las oscuras circunstancias que rodean al asesinato del disidente saudí Jamal Khashoggi en el Consulado de este país en Estambul.