El juez chileno Juan Carlos Urrutia procesó y ordenó encarcelar ayer al teniente coronel retirado Mario Manríquez Bravo al existir "fundadas sospechas" de haber sido el autor de uno de los asesinatos que estremecieron al mundo tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973: el del cantante Víctor Jara. Manríquez Bravo fue jefe del campo de prisioneros instalado en el Estadio Nacional de Chile, en Santiago.

Y Jara, personaje emblemático de Unidad Popular, fue uno de sus cautivos. Pocos días después de que se iniciase la dictadura del general Augusto Pinochet, el autor de Te recuerdo, Amanda fue encontrado sin vida en el sur de Santiago. Su cuerpo fue atravesado por 34 impactos de bala. Sus manos, que habían sido golpeadas con la culata de los fusiles, "quedaron reducidas a una sola herida", según el dictamen judicial.

"BRUTALES TORTURAS" Su viuda, Joan Turner, relató en el libro Canto truncado que, antes de morir, el músico y director de teatro "apenas podía caminar, tenía la cara y la cabeza ensangrentadas, al parecer le habían roto una costilla y le dolía el vientre, donde le habían pateado".

Han pasado 31 años. Sólo hace pocas semanas, y en virtud de las condiciones políticas derivadas del impactante Informe sobre la Prisión y la Tortura , la autocrítica de los militares y un fallo del Supremo contra la ley de amnistía de Pinochet, la justicia chilena comenzó a avanzar en numerosas causas pendientes.