Una vez más, la mano de grupo islamista radical Monoteísmo y Guerra Santa, principal aliado de Al Qaeda en Irak, no tembló a la hora de materializar una decapitación. Cuando se cumplían puntualmente 24 horas del asesinato del primer rehén norteamericano, Eugene Armstrong, un segundo comunicado de la organización publicado en una página web islamista daba cuenta, ayer, de la ejecución del segundo norteamericano, Jack Hensley, a pesar de las súplicas de su mujer, Patty, desde EEUU. Los secuestradores todavía mantienen en su poder a un rehén británico --cuya suerte se desconocía ayer-- y exigen como condición la liberación de las mujeres iraquís presas a manos de las tropas de EEUU.

"Los valientes hijos de la Nación han degollado al segundo rehén americano, tras expirar el ultimátum dado", podía leerse en el mensaje, que anunciaba la publicación de un vídeo con las imágenes de la decapitación. En un intento desesperado por evitar la muerte de su marido, Patty Hensley, había vuelto a aparecer horas antes ante las cámaras de la cadena ABC para implorar clemencia a los secuestradores y leer un mensaje de su hija: "Papá, te echamos de menos, queremos que vuelvas a casa".

"Quiero que entiendan" --dijo Patty- "que él no tiene ningún valor político, tan sólo estaba haciendo un servicio al pueblo iraquí". "A mi hija --añadió-- "le gustaría ver que su padre regresa a casa y yo voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que así sea". Hensley pidió a los secuestradores que se pusieran en contacto con ella.

No fue la única en lanzar desesperados llamamientos en favor de la liberación de un rehén. En tono de reproche, los familiares del rehén británico pidieron al primer ministro, Tony Blair, que se implicara en lograr la liberación del británico Kenneth Bigley. "He pedido personalmente a Tony Blair que piense en la cantidad de sangre que ya se ha derramado" dijo a la BBC Craig Bigley, hijo del rehén británico. "Sólo usted (Blair) puede salvarle. Por favor haga frente a las demandas y libere a mi padre. Dos mujeres a cambio de dos hombres", dijo, en referencia a las exigencias de los secuestradores. El propio ministro habló con los familiares de Bigley.

Las tropas de EEUU respondieron a las exigencias de Abú Musab al Zarquai, el hombre fuerte de Al Qaeda en Irak, asegurando que tan sólo mantiene retenidas a dos mujeres: Rihab Rashid Taha, conocida como la doctora Germen , y Huda Salih Mahdi, la señora Antrax , acusadas ambas de participar en el programa de construcción de armas de destrucción masiva durante el régimen de Sadam Husein. El prestigioso clérigo suní egipcio Yusuf al Qaradawi, hizo público ayer un comunicado en el que advierte a los secuestradores que no tienen ninguna autoridad para matar a los rehenes.