La crisis de Ucrania ha desempolvado términos acuñados hace décadas que solo vivían ya en los libros de historia. El último, telón de acero. Ha sido Rusia la que, tras las sanciones que han impuesto EEUU y la UE a personalidades y empresas vinculadas al presidente Putin por su inferencia en Ucrania, ha lamentado el retorno de Occidente a la política del "telón de acero".

"Estas [medidas] golpean a nuestras empresas y a nuestros sectores de alta tecnología", ha lamentado este martes el viceministro de Exteriores, Serguei Riabkov, para añadir: "Es el regreso del sistema creado en 1949, cuando los países occidentales bajaron el telón de acero a la entrega de alta tecnología a la URSS y a otros países".

Este lunes, la UE añadió a 15 personalidades políticas y militares a su lista negra y EEUU sancionó a un grupo de empresas energéticas y bancos en manos del círculo cercano al presidente ruso, Vladímir Putin.

Mientras tanto, sobre el terreno, la tensión sigue al alza en el este de Ucrania. Una turba de miles de personas han ocupado este martes un edificio de la Administración regional en la localidad de Lugansk, de 465.000 habitantes.

Jóvenes armados con barras de hierro han roto los cristales de las ventanas para entrar en el edificio y han sustituido la bandera de Ucrania por la rusa. Un episodio que ya es habitual en muchas localidades de la zona prorrusa del país. Una docena de localidades tienen ocupados edificios oficiales, ya sea la sede del ayuntamiento, la de la policía u otras locales y regionales.