Los 30 años como jefe del Área de Rehabilitación Urbana de Zaragoza Vivienda le han servido para cimentar y dirigir el Observatorio Ciudad 3R, un proyecto nacional que evalúa la regeneración urbana sostenible.

—¿Qué es el Observatorio Ciudad 3R y cuándo se constituyó?

—Se formó en noviembre del 2017. Se trata de un proyecto colaborativo y abierto, centrado en la evaluación de un sector concreto, la rehabilitación de edificios, que es un poco la hermana pequeña del sector de la construcción. Es de ámbito nacional y nació en un momento en el que la gente apostaba por rehabilitar porque veía que la obra nueva iba para abajo, pero tiene más fundamentos que el ser solo un motor de empleo, también es mejorar la calidad de vida de la gente que vive en las ciudades.

—Surgió en Zaragoza. ¿Cómo es eso?

—Puede extrañar que haya nacido aquí y que sea de ámbito nacional. Pero es que Zaragoza ha sido y seguirá siendo referencia en temas de rehabilitación. La que se hizo en los edificios de los años 50 y 60, los llamados grupos sindicales, fue una iniciativa que salió de Zaragoza Vivienda. Aquello fue bastante novedoso y como consecuencia tejimos una red de contactos nacionales que es la base del Observatorio.

—¿Quiénes lo forman?

—Profesionales del entorno de la rehabilitación, algunos de ellos ligados a las administraciones públicas. Nuestro ámbito de visión es el conjunto de España, tanto a nivel estatal como autonómico y local. Y para eso nos apoyamos en 17 antenas autonómicas que nos están apoyando y otras 14 entidades de ámbito nacional.

—¿Quién lo financia?

—Está alojado en la Fundación Ecodes, en el área de Ciudades y Comunidades Sostenibles, y lo financian las diferentes investigaciones que realizamos, sobre todo para el Ministerio para la Transición Ecológica y para el de Fomento. En un futuro, la plataforma estará apoyada por investigadores vinculados a la cátedra de Zaragoza Vivienda de la Universidad y a la Escuela de Arquitectura.

—Háblenos del impacto ambiental.

—La rehabilitación sigue la filosofía de las muchas erres de reciclar y reutilizar. La teoría en la que se sustentan las ventajas de la rehabilitación es que no necesita nuevos suelos, ni volver a construir, por tanto rehabilitar evita emisiones de CO2 y mejora la calidad de vida de las personas y la salud.

—¿Por qué evitan emisiones?

—Porque se actúa en eficiencia energética y los aislamientos ahorran energía, lo que se traduce en emisiones de CO2.

—¿Hoy en día, en qué tipo de obras se centra la rehabilitación de viviendas?

—En el último informe que hemos presentado, hemos detectado que apenas es un 30% el que se dedica a la eficiencia energética, mientras que el 50% va a la mejora de la accesibilidad y el 20% a temas de conservación.

—Influirán los recortes a las ayudas...

—Es curioso que tras la palabra rehabilitación venga la de ayudas. Sí que hay y seguirá habiendo ayudas para personas vulnerables. Pero lo que percibimos es que para el resto ya no irán tan encaminadas a instalar un ascensor o una rampa, sino a mejorar la eficiencia energética, que es la rehabilitación del futuro y lo que Europa está favoreciendo.