Los propietarios y vecinos de la casa azul no se perdieron los últimos trabajos de demolición que se completaron a principios de junio, siete meses después de que el 10 de noviembre la estructura del inmueble se viera irrevocablemente dañada por la aparición de una sima. Una máquina de gran tonelaje derribó los 52 pisos de este edificio y la media docena de locales.

"Por una parte tenía ganas de que llegará este momento, pero por otra es muy duro ver cómo tu hogar es destruido y te quedas sin nada", explicaba uno de los vecinos.

El coste del derribo, que ha finalizado mucho antes de lo previsto, rondará los 600.000 euros. Aunque los propietarios piensan ya en el precio que les supondrá su nueva vivienda si es posible volver a edificar.

El arquitecto encargado del proyecto, Antonio Cebrián, explicó que el nuevo edificio, que contará con una planta más --6 en lugar de 5-- puede tener un coste, sin contar las actuaciones previas, de 900 euros el metro cuadrado, unos 78.000 euros (13 millones de pesetas), la mitad de lo que podría costar en el mercado porque los vecinos son propietarios del solar.

Cebrián reconoció la posibilidad de que los estudios posteriores hagan aconsejable utilizar un pilotaje superior al esperado, lo que agravaría el coste de cada piso, e incluso en una situación extrema sea inviable la nueva edificación. Las obras, si los estudios geotécnicos son favorables, podría comenzar en septiembre.

RUBEN CRISTOBAL