Los agricultores de la Cooperativa de San Sebastián de Sierra de Luna acaban de finalizar la campaña de recogida de la aceituna. Este año, los profesionales del campo cincovillés se muestran "satisfechos" por la producción obtenida, un total de 315.000 kilogramos, aunque inferior a la del año pasado, en la que se recolectaron 400.000 kilogramos. Aunque esta cantidad "fue excepcional y muy superior a la de otras campañas. Por ejemplo, en la del 2002 sólo recogimos 100.000 kilogramos de olivas", apunta el gerente de la Cooperativa, José Luis Marqués.

La procedencia de las aceitunas que llegan hasta la instalaciones agrícolas proceden de las 200 hectáreas en las que se cultivan olivos. De las cuales, el 75% pertenecen a los agricultores de Sierra Luna, y, el 25% restante, a cultivos ubicados en otros municipios de las Cinco Villas, ya que la cooperativa sierralunera es la única de la comarca en la que se realiza el proceso de recogida y posterior transformación del fruto del olivo en aceite.

Con la producción recogida este año se obtendrán unos 70.000 kilogramos de aceite, o su equivalente en litros, unos 75.000, que se envasarán manualmente en la propia cooperativa en botellas de cristal de 750 centilitros y garrafas de plástico de 5 litros.

En cuanto a la graduación, el aceite de Sierra de Luna tiene una acidez de 0,6 grados, es decir que se clasifica en la categoría de "Virgen Extra". Sus cualidades "son excepcionales, ya que es un caldo de gran calidad y exquisito sabor, ideal para cocinar cualquier tipo de platos fríos y calientes", comenta el alcalde sierralunero y presidente de la Cooperativa, Pedro Naudín. Es además, "un aceite muy apreciado en nuestra comarca y, por ello, vendemos todo lo que embotellamos en la propia de Sierra de Luna y también en la de Ejea. Es uno de nuestros productos más rentables", explica el primer edil.

Proceso físico

El molino de aceite sierralunero se ubica en el exterior de la Cooperativa, en un lugar de fácil acceso, para que los agricultores puedan desplazarse hasta allí cómodamente con sus remolques llenos de aceitunas. Dichas instalaciones cuentan en su interior con modernos equipos en los que se elabora el aceite por el método de la centrifugación, típico de las almazaras modernas, como la de Sierra de Luna, más rápido que el sistema tradicional, de prensado, que se empleaba antiguamente.

El proceso de elaboración del aceite es sencillo. Las olivas se depositan en una tolva desde la que pasan a un molino o batidora de la que sale una pasta hecha con la pulpa de las mismas. Luego, esta masa batida, diluida en agua, se centrifuga en un decanter, o también llamado centrifugadora de eje horizontal, de la que salen tres productos: aceite, orujo y alpechín. De ellos, en las instalaciones de Sierra de Luna sólo se aprovecha el aceite, que se deposita en unos recipientes de grandes dimensiones para que se limpie de impurezas por el proceso de decantación. Luego, el caldo se lleva hasta los depósitos y ya está listo para su envasado.

En cuanto al orujo, en la almazara de Sierra de Luna no se destina a la fabricación de otro tipo de aceite, como es habitual, sino que es empleado por los ganaderos como pienso. El alpechín se tira, ya que es el líquido sobrante procedente de la propia aceituna y el agua que se emplea en el proceso.

NURIA ASIN