Los municipios cincovilleses de Asín y Orés cuentan ya entre sus servicios con dos nuevas residencias. La puesta en marcha de estos dos centros se efectuará una vez que "cubramos las plazas disponibles que todavía existen, ya que mientras no las completemos no sale rentable abrirlas", comenta Antonio Campos, alcalde de Orés.

Las dos nuevas infraestructuras disponen de capacidad para 12 y 14 residentes, respectivamente. En el caso de la oresana las instalaciones se han ubicado en una antigua casa rehabilitada situada en la plaza Mayor del municipio, un lugar "muy céntrico, bien comunicado y cercano al paseo de la Cuesta, recientemente ajardinado", apunta el primer edil oresano.

El coste de la residencia de Orés ha ascendido a 390.000 euros, subvencionados por la Diputación General de Aragón (DGA), Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y varios organismos privados. Una cantidad muy similar es la que se ha invertido en la residencia de Asín, aunque en este caso el proyecto ha sido diferente, ya que se ha construido un edificio de nueva planta, en las afueras de la localidad.

Ambas instalaciones para mayores tendrán una gestión municipal, ya que así, dice el alcalde de Orés, "abaratamos costes, puesto que se trata de residencias de pequeño tamaño y haciendo que funcionen por separado no salen las cuentas".

Estas dos residencias vendrán a completar la escasa oferta de servicios para los mayores existente en las Cinco Villas, ya que en solo 7 de los 31 municipios que integran la comarca poseen este tipo de infraestructuras. Una cifra que llama la atención si se tiene en cuenta que el porcentaje de personas mayores de 64 años representa el 24% de los cincovilleses, que son un total de 32.209, según el censo del 2001, es decir 24 de cada 100 habitantes se sitúan en este segmento de edad. A esto se suma que la población más joven de la comarca también se ha reducido en los últimos años, situándose en 12 por cada cien habitantes. Unas cifras que apuntan a una clara tendencia al envejecimiento de esta delimitación territorial.

Otras residencias

Una de la instalaciones geriátricas pioneras fue la de Uncastillo, que gestiona la fundación benéfica "La Caridad". Este centro tiene una capacidad para 33 personas válidas. En Luesia existe otra de estas infraestructuras, con capacidad para 33 usuarios, y también gestionada por una fundación, la Arajue. Una residencia que cuenta entre sus servicios con programas de animación, terapia ocupacional y rehabilitación.

En Tauste está la residencia Virgen de Sancho Abarca, con capacidad para 30 plazas. De su funcionamiento se encarga la fundación Pérez Gotor. En Sádaba se puso en marcha el año 2002 una moderna infraestructura geriátrica con capacidad para 85 personas (válidas y no válidas). Un servicio que supuso al ayuntamiento una inversión de 3.600.000 euros y que se ampliará próximamente en 30 plazas para no válidos, ya que "la demanda es cada vez mayor", apunta Cecilio Cavero, alcalde sadabense.

Otro municipio de la comarca que posee este tipo de infraestructuras es Ejea, que cuenta con una residencia privada y un centro de día de titularidad municipal. Además, en esta localidad el consistorio está construyendo un nuevo espacio geriátrico, que se abrirá a finales del 2004, y que cuenta con unos 4.000 metros cuadrados, de los cuales 3.075 corresponden al edificio y 1.000 metros a jardín. Para la ejecución de las obras se dispone de un presupuesto de 3.600.000 euros, que subvenciona al 50% el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, en un 30% con fondos europeos Feder, y en un 20% el consistorio ejeano.

Esta residencia cuenta con capacidad para 100 plazas para asistidos, además de múltiples servicios como comedor, cocina industrial y lavandería que también podrán utilizar aquellos que participan del programa de ayuda a domicilio impulsado por el ayuntamiento.

NURIA ASIN