La torre de Santa María de Tauste se vio perjudicada a principios de septiembre por las fuertes lluvias. Concretamente, una filtración de agua provocó el derrumbe de una gran cantidad de piedra y arena en las proximidades de la construcción, afectando a los cimientos de la misma, así como en tres casas cercanas, que se desalojaron.

El desplazamiento de material dejó al descubierto varias cuevas de unos 8 metros, que fueron visitadas por los técnicos de la DGA, quienes están analizando la situación, aunque, por el momento, "nos han dicho que no hay riegos", dice José Luis Pola, alcalde de Tauste.