El 27 de mayo fallecía víctima de una enfermedad Octavio Gaspar Castillo, alcalde de Grisén. Octavio nació en Grisén hace 57 años y desde entonces la vinculación con la localidad fue innegable. Desde su juventud estuvo siempre inmerso en la vida social del municipio, participando activamente en el entramado social mediante asociaciones, comisiones… y desde muy joven siendo parte de la corporación municipal como concejal, llegando a sumar 27 años en dichas funciones. En este tiempo dirigió distintas áreas: Deportes, Festejos… realizando una gran labor en todas ellas.

Ese mismo trabajo lo trasladó al ámbito comarcal donde siempre estuvo en primera línea, trabajando por todos los pueblos vecinos con el mismo entusiasmo y dedicación que por el suyo propio, siempre defendiendo que la unión hace la fuerza y que entre todos podemos mejorar mucho la vida de los vecinos. Siempre apostó por la juventud como motor principal de la vida rural, dejando huella en muchos de ellos tanto en su localidad como en la comarca.

En 2015 dio el paso a la alcaldía de Grisén, algo que anhelaba puesto que sus ganas de trabajar por su pueblo y mejorarlo no cesaban, tanto que esto le dio una reelección en las pasadas elecciones de 2019, momento en el que también se le nombró primer vicepresidente de la Comarca Ribera Alta del Ebro, un reconocimiento a toda una vida de trabajo y esfuerzo.

LEGADO

Durante sus años al frente del Ayuntamiento de Grisén las obras y mejoras realizadas en la localidad han sido numerosas. Sus primeras acciones fueron la renovación y actualización de los servicios básicos de la localidad, renovando la red de aguas, el alumbrado público, la planta de aguas; mejorando la pavimentación de las calles, la evacuación de aguas de las mismas, ampliación del cementerio…; así como la mejora de muchos de los espacios de la localidad, renovando el parque infantil o el mobiliario del pabellón de fiestas, así como su acondicionamiento y aislamiento. También se habilitaron diversas zonas con máquinas para la movilidad de mayores siendo un espacio de recreo y esparcimiento para ellos.

Las actividades culturales y asociativas se vieron reforzadas e impulsadas, creándose nuevas tradiciones como la creación de un belén viviente en el que participa gran parte de la localidad. También en el ámbito deportivo, implantando actividades como la andada anual solidaria del Agua y las ermitas, la 10K o la San Silvestre.

Grisén legalizó su escudo y bandera, una labor documental muy importante realizada. Los festejos por primera vez en la localidad fueron «gratis» para los vecinos, sin bonos específicos, puesto que con sus impuestos ya sufragan los festejos. Además se remodeló el vallado del recorrido de los festejos taurinos, otorgándole mayor seguridad.

Aumentar la seguridad de los vecinos siempre fue una de sus principales preocupaciones. Por ello la limpieza de los caminos y el mantenimiento de los mismos era continuado, así como la mejora de tratamiento de los residuos, cerramiento de la acequia de los tejares, o incluso la recién remodelada plaza España adecuada al plan de accesibilidad de la localidad que desde 2015 llevaba implantando.

Mucho fue lo realizado como para poder nombrar en unas líneas, y otro tanto que deja proyectado y en camino como es la construcción de una depuradora, la creación de un nuevo parque en la estación, una pista de pádel, el campo de fútbol 7, una nueva pista de petanca, una pista de calistenía o la plaza San Miguel, entre otros.

Todo un conjunto de actuaciones que tenían siempre un único fin, dotar de estabilidad y tranquilidad al pueblo. El legado es grande y estará siempre en todos los griseneros y griseneras. T