El sentido de los quintos ha sido eliminado en paralelo a la desaparición del servicio militar. Sin embargo, la esencia y la tradición festiva del sentido de las quintas: alcanzar la mayoría de edad, se conserva y mantiene con fuerza en los municipios rurales.

De esta forma, Gallur celebra anualmente las quintas de los diferentes grupos que cumplen los 50 y 25 años de sus quintas y los que en este año cumplen o se aproximan a la mayoría de edad.

Así, el grupo de jóvenes que en este año celebran su "quinta", los quintos de 2014, lo anunciaron a "golpe de bombo", esparciendo harina, y arrojando huevos en la madrugada del 21 de febrero. Una tradición no demasiado convencional para la época en la que nos encontramos, pero que se mantiene viva. Almuerzos, comidas, cenas, asistencia a actos protocolarios... fueron las directrices marcadas para festejar este acontecimiento tan señalado en sus vidas y que marca el desarrollo de la existencia en el colectivo de los niños y grupos de personas nacidas en un mismo año y cuya convivencia se prolonga en la mayoría de actos y acontecimientos más destacados que comparten durante su existencia.

También los quintos de 1989, que este año celebraban los 25 años de este acontecimiento, organizaron distintos actos tradicionales conmemorativos. Con la certeza de que el cuarto de siglo ha transcurrido a velocidad de crucero, los quintos del 89 se afanaban por recordar y disfrutar de los momentos más agradables de sus vidas compartiendo vivencias con aquellas personas con las que crecieron, disfrutaron y hasta discutieron en los patios del recreo... No se olvidó a los compañeros y amigos desaparecidos precipitadamente y su ausencia estuvo presente con la fuerza del recuerdo.

Y lo mismo hicieron los quintos de 1964. Remontarse en la vida cincuenta años atrás es como sentir la primavera tras un duro invierno. Si veinte años no es nada, los cincuenta parecen haber sido objeto de un sueño que se ha trasladado en el tiempo a gran velocidad.

Sin duda estas celebraciones representan unas jornadas para seguir recordando y compartiendo aconteceres, avatares. En definitiva, suponen un peculiar repaso a la vida en Gallur y de los galluranos.