Son la medida que suelen provocar en ciertos casos, algunos personajillos de mala educación, arremetiendo contra todo lo que les viene en gana sin razón alguna. Ahora, en concreto, ha sido contra el Patrimonio y costumbres que nos legaron nuestros antepasados.

La ocurrencia, con destino hacía la ermita del Pilar de Sástago, situada entre las ruinas cargadas de mítica leyenda del medieval Castillo de la Palma, sobre altozano de agreste montaña, con el Ebro en su base, en su discurrir sinuoso de los meandros, ofrece desde la altura una amplia panorámica de las huertas y montes circundantes.

Santuario edificado a finales del siglo XVII, entrando en funciones a principios del XVIII. Abierto a los elementos, pero limpio, sin bien necesita una intensa obra de rescate. Sobre lo que fue retablo barroco, se ha encontrado días atrás, la imagen de la Virgen, rota, partida en dos trozos, descansando sobre el piso de la hornacina, con la corona completamente destrozada.

Ello me llevó a reflexionar, tal vez un tanto ingenuamente, que no fuera por parte de algún vándalo, sino por causa de fuerte viento, o del vuelo de algunas aves nocturnas, como el búho que deambula por el lugar, chocando de manera fortuita con la imagen.

La ermita quedó abandonada en el año 1936. El saqueo y la erosión, junto con el encierro de ganado lanar y cabrío, fueron deteriorando su bella estructura.

En el año 1995, se decide hacer algo por recuperar y adecentar el espacio, se procede a limpiarlo. Un grupo de personas se aprestan voluntariamente al trabajo de extracción de escombros. Con ello se recobraba la vieja costumbre. Y quedaban establecidas de nuevo, las dos romerías anuales. La primera el 2 de enero celebración de la venida de la Virgen y la segunda al domingo siguiente del 12 de octubre. La gran fiesta de Zaragoza y de la Hispanidad, como la denominó el Presidente Irigoyen de Argentina el año 1925.

En la tarde del domingo 17, tarde extraordinaria, un gran número de personas ascendían por el empinado sendero hasta llegar a la cumbre. Cumpliendo con esta noble tradición. Tras la misa la gente fue obsequiada con pastas, rosquillas y vino dulce. La imagen de la Virgen ha sido retirada para proceder a su restauración.

VICTOR SARIÑENA GRACIA

Cronista oficial de Sástago.