La biblioteca municipal de Épila cerró sus puertas el pasado mes de marzo debido a la declaración del estado de alarma y, tras casi dos meses sin actividad, la situación para el centro cambió a partir del 11 de mayo con el inicio de la desescalada. La fase 1 contempló la reapertura de estos centros, como el de Épila, bajo el cumplimiento de un protocolo acorde a las recomendaciones y normas del Ministerio de Sanidad y las diferentes instituciones con competencia en este ámbito.

Desde el consistorio se realizaron labores de desinfección en los edificios e instalaciones municipales, entre ellos la biblioteca, por parte de una empresa especializada y se puso en marcha un protocolo de actuación que incluyó medidas de seguridad con respecto a las instalaciones, personal, usuarios y colección, fundamentadas en la normativa vigente y concretadas por la Asociación de Bibliotecarios de Aragón (Abimar).

Con todo ello, la biblioteca abrió sus puertas con un estricto protocolo de funcionamiento que fue elaborado siguiendo los criterios establecidos por la Biblioteca Nacional y Abimar. Dicho protocolo tiene como principal objetivo evitar el contagio por covid-19 tanto en trabajadores como en usuarios durante el uso de las instalaciones y fondos y, por ello, se estableció un nuevo funcionamiento provisional.

El horario de apertura es de lunes a viernes de 10.30 a 12.30 y de 17.00 a 19.00 horas. Solo se puede acceder de manera individual. Los únicos servicios que estarán disponibles son los de devolución y préstamo de ejemplares, quedando suspendidos los de lectura en sala, acceso público a internet y préstamos en red.

ACCESO DE FORMA ORDENADA

Además de la desinfección específica se estableció la limpieza de las instalaciones de manera constante y con la mayor frecuencia posible a lo largo del día, además de la colocación de una mampara de policarbonato transparente en la zona de préstamo. El acceso a las instalaciones deberá realizarse de forma ordenada y respetando la distancia de seguridad, indicada y debidamente señalizada, y no se pueden utilizar los baños.

Tanto el personal como los usuarios deberán mantener siempre al menos dos metros de distancia. El personal deberá usar guantes o lavarse las manos, al menos una vez cada hora, o bien usando gel hidroalcohólico, y los usuarios están obligados al uso de mascarillas y a la desinfección de manos con hidrogel, que se facilita en la entrada. Es el propio bibliotecario es quien prepara el material solicitado.

MEDIDAS EN LA COLECCIÓN

Según la Biblioteca Nacional, «no es recomendable la desinfección de los ejemplares con viricidas porque estos productos que son efectivos en superficies duras pueden resultar muy dañinos para el papel o las tintas y causar oxidación e hidrólisis ácida de la celulosa». La desinfección más efectiva es mantener los libros en cuarentena al menos 14 días.

Por su parte, los ejemplares devueltos se depositarán en la entrada de la biblioteca, en cajas o compartimentos estancos fácilmente manipulables. Permanecerán apartados de la colección, en un sitio aislado y bien ventilado, durante al menos 14 días, periodo que garantiza su desinfección. Tras ese periodo se procederá a su devolución y colocación en las estanterías.

«Somos conscientes de que será difícil acostumbrarse a esta nueva normalidad, pero afrontamos esta nueva situación con optimismo y asumiendo todas las medidas de manera responsable para que lo antes posible podamos encontrarnos con nuestros usuarios haciendo uso de este espacio con total normalidad», indica el alcalde de Épila, Jesús Bazán. T