Tras unas semanas de incertidumbre causada por la situación de confinamiento a la que nos vimos sometidos justo cuando empezaba la época de trabajo en los hortales, la relajación de las medidas impuestas permitió que los hortelanos respirasen tranquilos y pudieran preparar sus terrenos para el cultivo de los planteros elaborados con las semillas cedidas por la Biblioteca de Semillas de Almonacid. Las generosas lluvias y las temperaturas parece que están ayudando a recuperar el tiempo perdido.

Por otro lado, y cumpliendo con el doble objetivo del proyecto, el fondo bibliográfico se ha ido incrementando con la adquisición de nuevos títulos a fin de poner a disposición de los horticultores e interesados materiales que puedan ayudarles a iniciarse o mejorar en esta hermosa tarea. «Esperemos que la climatología propicie una cosecha que nos permita hacer acopio de una buena cantidad y calidad de semillas para el siguiente año», indica el bibliotecario Chusé Tobajas. T