La asociación cultural Puyalón ha presentado el número uno de una serie de cuadernos monográficos que, bautizados con el mismo nombre de la agrupación, presentarán estudios locales sobre la historia, el arte y la sociedad de Ricla. El pasado 26 de noviembre, y ante un numeroso público, la asociación mostraba a los asistentes este primer trabajo, dedicado al retablo mayor de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Manuel Embid Gutiérrez, de Ricla, se ha encargado de rescatar toda la historia de este monumento religioso que el año pasado se sometió a una completa restauración. El autor explicó durante la presentación de su obra que este retablo es el único trabajo que se ha conservado de Francisco de Asta, un escultor local a quien también se atribuye la construcción del retablo almuniense de Santa Pantaria, sin conservar.

Según la documentación rescatada por el historiador, el retablo se encargó en 1688 y se colocó en mayo de 1693. Los lectores de este cuaderno monográfico podrán conocer, a través de sus 30 páginas, el devenir y las transformaciones de este retablo que cambió de ubicación al invertirse la orientación de la iglesia de Ricla para evitar que se vieran los tobillos a las feligresas al bajar unas escaleras que había en la entrada original, una anécdota rescatada unos días antes, también en Ricla, por Gonzalo Borrás.

La Asunción de la Virgen ocupa la parte central de este retablo. Por encima de ella se encuentra la imagen de Santa María Magdalena y, en la parte superior, una representación de la Justicia divina. La calle izquierda del conjunto está ocupada, de arriba a abajo, por San Pedro, San Francisco, San Juan Bautista y San Sebastián mientras que en la derecha, y en el mismo orden, se encuentran representados San Pablo, San Isidro, San Bartolomé y San Roque.

Tras cambiar de localización el retablo a su situación actual, el tamaño del conjunto no cubría toda la pared, por lo que se construyeron entonces las imágenes laterales de San Teopompo y San Sinesio, los patronos del municipio, que fueron los últimos en incorporarse, ya de la mano de otro autor.