El Ayuntamiento de Villanueva ha conseguido una de las reivindicaciones más demandadas en el municipio: contar con agua traída del embalse de Yesa. Este deseo de la localidad se ha convertido en una realidad, tras superar varias vicisitudes con las conexiones eléctricas y la limpieza posterior a la obra de las tuberías. Aun así, esta mejora en el suministro ha supuesto una larga espera de 15 años para los vecinos.

Todos los grupos políticos del consistorio, así como todos los equipos de Gobierno que ha tenido durante varias legislaturas, han trabajado para que el agua de calidad fuera una realidad en la localidad. «Nos ha tocado a nosotros recibirla», asegura el alcalde villanovense, Mariano Marcén, pero se trata de un proyecto firmado en el año 2000, que contó con el «empujón importante en 2014, siendo alcalde Jesús Gayán», puntualiza el actual edil villanovense.

Las obras fueron adjudicadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la empresa estatal Acuaes, en marzo del 2015, y estaban valoradas en 4.296.327 euros. Estas han consistido, básicamente, en acometer la instalación de una conducción de 18,5 kilómetros de longitud, que comienza en la red municipal de Zaragoza, en el polígono industrial de Malpica, discurre por la margen izquierda del río Gállego y tras un bombeo, se conecta con el depósito municipal de Villanueva de Gállego.

Con ellas, los vecinos ya disfrutan de un agua de mejor calidad, «manteniendo el precio del recibo que pagan», señala el alcalde villanovense, aún cuando «para el consistorio, traer este agua supone mayor gasto, dado que hay que amortizar las obras realizadas. Si bien, «el recibo no va a subir», concluye Marcén. T