El Palacio de Sástago alberga hasta el próximo 23 de junio la exposición Joyas de un patrimonio de la Diputación de Zaragoza (DPZ). La quinta edición de esta muestra reúne una selección de las más valiosas obras de arte restauradas en los últimos años en los municipios zaragozanos gracias a la institución provincial. Borja estuvo presente en la exposición representada por su alcalde, Eduardo Arilla, y el Centro de Estudios Borjanos (Cesbor).

En la muestra pueden verse 85 objetos y 36 edificios de 60 localidades distintas, rehabilitados entre 2011 y 2019. Durante este periodo se han invertido alrededor de 16 millones de euros a través de los planes de restauración de la DPZ, de los cuales 11 han sido aportados por la institución provincial y el resto financiados por los ayuntamientos.

El resto es un recorrido por la historia y el arte de la provincia de Zaragoza que se inicia en el siglo XIII y llega hasta el XX pasando por los diferentes estilos de esas épocas: gótico, enacentista, barroco, el rococó, neoclasicismo, academicismo y realismo. Los comisarios de la muestra son dos funcionarios de la DPZ: el historiador del arte José Ignacio Calvo Ruata y el arquitecto Carlos Bressel.

La mayoría de las piezas y los inmuebles recogidos en la muestra se han recuperado gracias a los distintos planes de restauración que impulsa y financia la Diputación Provincial de Zaragoza para recuperar el patrimonio civil y eclesiástico de los municipios, planes en los que también colaboran los ayuntamientos y las diócesis de Zaragoza, Tarazona y Jaca.

No obstante, también se han incluido ejemplos de las actuaciones de las que se han beneficiado los edificios históricos que son propiedad de la DPZ -como el Monasterio de Veruela o el Palacio de Eguarás de Tarazona- y la labor realizada por las escuelas taller de restauración de bienes muebles y de documento gráfico que la institución provincial ha promovido en colaboración con el Inaem y el Fondo Social Europeo.

La primera exposición dedicada a las Joyas de un patrimonio se celebró hace casi tres décadas, en 1990, con un doble objetivo: mostrar la riqueza y el enorme valor artístico del patrimonio cultural de la provincia y a la vez dar a conocer las intervenciones promovidas por la Diputación de Zaragoza para conservarlo. Desde entonces, la DPZ ha organizado otras cuatro muestras con el mismo título y la misma filosofía. T