Los niños de varios municipios de la Comarca del Campo de Borja, como Ambel, Bisimbre, Bureta y Pozuelo de Aragón entre otros, volvieron a disfrutar un año más de la tarde-noche de Halloween. Fueron muchos los que salieron a las casas de sus vecinos para pedir caramelos al grito: «truco o trato». Todos ellos recorrieron las calles y vistieron originales y llamativos disfraces. En la fiesta se colaron esqueletos, vampiros, brujas, demonios, dráculas, fantasmas y otros seres misteriosos y terroríficos. El buen ambiente, la diversión y la participación estuvieron muy presentes en una cita que, con el paso de los años, ya se ha convertido en un acontecimiento tradicional.