Los vecinos de la localidad de Aladrén, un pequeño municipio del Campo de Cariñena, han demostrado estar más unidos que nunca apoyándose entre ellos y, sobre todo, sin olvidarse tampoco de sus pueblos vecinos a los que han ayudado comprando en sus comercios locales y siendo consciente de la difícil situación que todos pasaban.

Por este motivo, en estos dos meses no han faltado las compras colectivas encabezadas por las ocho personas más jóvenes de la localidad para evitar así a los más mayores tener que salir de casa. Gracias a los grupos en las redes sociales se han podido organizar para ir ellos a comprar lo que los vecinos necesitaban, salir a recibir el pan que va desde Herrera y que solo una persona se encargara de repartirlo e incluso de promover compras por internet colectivas que han permitido a los vecinos hacerse con tomates de la Puebla de Híjar, queso artesano de Almudevar y aceite de Albalate, apoyando en todo momento a esos pequeños comercios que tan mal lo han pasado.

De normal en Aladrén residen en torno a 13 personas, pero desde que comenzó el estado de alarma y antes de que se cerrara el paso entre provincias, han estado viviendo unas 30 hasta llegar ahora una decena más. «Está claro que los pueblos van a seguir ganando y aquí es mucho más fácil hacer el confinamiento porque por la calle apenas hay gente y se puede pasear sin horarios», explica la alcaldesa del municipio, Marta Blanco. T