Me llamo Fozia Rajput y soy de Mezalocha aunque nací en Karachi (Pakistán).

Karachi es la ciudad más poblada de Pakistán con aproximadamente trece millones de habitantes. Mi idioma materno es el urdú y aunque es la lengua oficial no es la única. Se hablan varias lenguas y casi todas las personas saben algo de inglés, herencia de los casi noventa años que fuimos colonia británica.

Nací en agosto del 1969 en el seno de una familia humilde y trabajadora. Mi padre era albañil. Mi madre era muy trabajadora, falleció antes de que yo emigrara a España y de mi padre no pude despedirme pues lo hizo cuando yo ya estaba aquí y en ese momento me fue imposible viajar a Pakistán.

Soy la pequeña de tres hermanas, aunque la mediana también falleció muy joven. Recuerdo una infancia feliz. Cuando tenía 13 años y junto a mi hermana de 14 años comenzamos a trabajar en una fábrica textil cosiendo ropa. A los 17 años me casé.

A diferencia de Europa, la tradición en mi país es que los padres elijan la pareja de sus hijos e hijas. Me casé el 5 de septiembre de 1987 y como en todas las bodas la celebración duró 5 días y es allí donde conocí a quien iba a ser mi marido, Tariq Rajput. También tradicionalmente las parejas se van a vivir a casa de los padres del novio. En casa de mis suegros nacieron mis cuatro hijos.

En junio de 1991 nació mi hijo mayor Zeeshan; en la actualidad vive, trabaja y ha formado su propia familia en Zaragoza. En mayo de 1995 tuve a Suliman quien también trabaja y reside en Zaragoza. Mi tercer hijo nació en marzo de 1998 y es quien vive conmigo en Mezalocha. Mi cuarto hijo Noman nació en noviembre de 1999 y falleció a los veinte meses de vida afectado de una enfermedad cardiaca. Con el fallecimiento de mi hijo pequeño lo pasé muy mal, me encontraba sola, pues ese mismo año mi marido había viajado a España en busca de un futuro mejor para la familia.

El proyecto migratorio lo empezó Tariq, viajando en un primer momento a Logroño, después a Escucha, a Utrillas (Teruel) donde pudo legalizar su situación en el país, trabajando en lo que le salía y pasando por mejores y peores momentos, hasta que nos pudo reagrupar a toda la familia. El 23 de octubre de 2003 llegué junto con mis hijos al municipio de Cuarte de Huerva, donde permanecimos durante ocho meses. Lo que más recuerdo de esos momentos fueron las dificultades por el desconocimiento del idioma y el frío que pasamos, ya que el país de donde procedemos los inviernos son suaves. A mí y sobre todo a mis hijos lo que más nos llamó la atención al llegar a España fue que las parejas de novios se demostraban su amor en público: besos, abrazos, etc.

Mi marido comenzó a trabajar en una tejería de Muel y por ese motivo en el año 2000 trasladamos nuestra residencia a Mezalocha donde permanezco y quiero seguir.

Comencé a trabajar en el servicio doméstico en casas particulares y también lo hice en el Servicio de Ayuda a Domicilio de la Comarca de Campo de Cariñena, concretamente en Mezalocha y en Cosuenda. Me encanta trabajar en el cuidado de atención de personas mayores, pues cuando lo estoy realizando pienso que se lo hago a mi madre.

Quiero destacar que en todos los sitios donde he residido ha habido gente que me ha ayudado en los buenos y malos momentos. Sobre todo agradecer la acogida de mis vecinos de Mezalocha, de algunos puedo decir que son mis amigos. Con ellos he llorado y reído. «Gracias de corazón».