Aunque con escasa intensidad cada vez, apenas entre 5 y 20 l/m², los mezalochanos vieron teñirse de blanco sus calles y paisajes por cuatro ocasiones en este invierno que se acaba de despedir.

Pero pese a los muchos días de precipitaciones de este invierno, al igual que sucede en toda la margen derecha del Ebro, la sequía acuciante prosigue y mantiene bajo mínimos el pantano, con una reserva de apenas poco más del 14 % de su capacidad; no augurando una campaña de riego provechosa, por lo que habrá que esperar a que las lluvias de primavera sean copiosas, a fin de acabar con el problema que, de no solucionarse, podría ocasionar, graves afecciones al consumo de agua de boca en verano.

El estado de abandono de la rambla, con la incontrolada invasión de especies vegetales y la existencia de multitud de árboles, hace que se necesite una excesiva cantidad de flujo de agua para cumplir con el caudal ecológico impuesto en este tramo del Huerva.

Más denso fue el manto de nieve que cubrió Vistabella tiñendo de blanco el paisaje. T