El pasado 16 de marzo y como respuesta a la crisis sanitaria causada por el covid-19, el Ayuntamiento de Cariñena puso en marcha una iniciativa para crear una red de voluntariado con el objetivo de atender a todas las personas en situación de vulnerabilidad frente al virus. Tras más de dos meses de actividad, esta red de voluntarios ha cumplido los 200 servicios.

«La red nació como una medida necesaria para proteger a aquellas personas de más de 70 años que viven solas o en pareja y cuyos hijos no residen en el municipio» explica Monika Mihaly, concejala de Bienestar social y Personas Mayores. «El objetivo era dar solución a sus necesidades básicas para evitar salidas y reducir su riesgo de contagio».

Para armar esta red, el ayuntamiento se alió con Cruz Roja que puso su experiencia y su red al servicio de esta iniciativa. Así se lanzó una campaña para la captación de voluntarios a la que respondieron 34 personas que se unieron a los 12 colaboradores de Cruz Roja habituales para formar una red de voluntarios frente al covid-19 integrada en total por 46 personas, todos ellos cubiertos por un seguro de la organización benéfica.

Para conocer a los posibles afectados, el ayuntamiento trabajó directamente sobre el padrón, identificando los casos y llamando directamente a estas personas para conocer sus necesidades y si requerían del servicio. En total se identificaron 81 personas susceptibles de poder necesitar ayuda.

Desde entonces, esta red ha realizado 200 servicios de ayuda en 21 hogares, 15 de ellos unipersonales. En su mayoría se trata de compras de alimentos y medicamentos, aunque también se han realizado entregas de mascarillas, trámites o gestiones en el banco.

Paralelamente desde el Ayuntamiento de Cariñena, a través del personal de atención con María Jesús Fanlo y Alejandro Carnicer a la cabeza, se han realizado más de 500 llamadas de acompañamiento a las personas identificadas en situación de vulnerabilidad. Llamadas que se han realizado con la frecuencia marcada por los propios beneficiarios a partir del primer contacto y que han sido la base para atender sus necesidades y coordinar estos servicios.

«Esta red de voluntarios y este servicio de voluntariado que se ha estado realizando, son quizás unos de los pocos aspectos positivos que nos deja el coronavirus. Un servicio y una red a las que, una vez superemos esta pandemia, nos gustaría darles continuidad vinculados a una propuesta para la creación de un Observatorio de mayores que viven en soledad no elegida. Un observatorio que nos permita organizar un servicio de acompañamiento a estas personas a través de llamadas y visitas desarrolladas por voluntarios», concluye Sergio Ortiz. T