A partir de una paremia bíblica el refranero español explica la dificultad que cualquier persona hallará al intentar cosechar éxito en su lugar de origen. Con la manida frase "nadie es profeta en su tierra" podríamos repasar millones de casos de artistas, escritores, músicos que, bien por envidias bien por falta de oportunidades, se vieron obligados a abandonar su ciudad natal para buscar el justo reconocimiento.

Pedro Sagasta, en el discurso de agradecimiento.

Pero rompiendo por una vez la tradición y estableciendo la excepción que confirma la regla, el Ayuntamiento de la localidad zaragozana de Ainzón inauguró el mes de junio rindiendo un merecido y necesario homenaje a uno de sus vecinos, el artista y maestro Pedro Sagasta. Homenaje que llegó por sorpresa para el pintor pues este acudió al cine de su pueblo para asistir a la inauguración de la exposición pictórica de sus alumnos. Y por supuesto hubo exposición pero el acto central fue el reconocimiento a su trayectoria como artista y a sus veintiún años como maestro de dibujo y pintura para más de sesenta chavales de la localidad del Campo de Borja.

La presentadora del acto, Elisa Navarro.

Pedro Sagasta recibió una placa conmemorativa de mano del alcalde Javier Corella y unas sentidas palabras de la concejal de cultura Ana Lozano. Sobretodo el pintor recibió el abrazo cálido de sus vecinos y amigos, la reconfortante amistad de todos aquellos que subieron al escenario a dedicar un breve discurso o el de todo el público que llenó el cine de Ainzón. Especialmente emotivo fue el discurso de la alumna Ariadna Enguita, de quince años, que hizo un repaso por la trayectoria de Pedro Sagasta como maestro de pintura en Ainzón y elaboró para la ocasión un simpático texto donde agradecía a su profesor la pasión por la pintura que en ella había despertado.

Su amigo personal Samuel Marqueta recordó los primeros pasos de Sagasta como dibujante de cómic y sus colaboraciones con revistas como Andalán, El Papus y en prensa, en medios como Aragón-Exprés y Sábado gráfico. También subió al escenario su amigo, doctor y socio fundador del Ateneo Jaqués Alberto Supervía, improvisado "marchante" de su obra, dinamizador y organizador habitual de las exposiciones que se fraguan en el seno del Ateneo de Jaca. Muchos fueron los que quisimos dedicar unas palabras al artista aragonés aunque, debido a la incompatibilidad de agendas, no todos pudimos asistir. Fue el caso del periodista y escritor Antón Castro que envíó una carta donde define a Sagasta como alguien "entusiasta, laborioso; uno de esos artistas que se desposan con la materia, con la ilusión y con las alas incansables de los sueños...", dueño de una "misión secreta que le han confiado los dioses del arte: pintarse y pintarnos".

Intervención de Alberto Supervía, socio fundador y vocal de arte del Ateneo Jaqués

Es de agradecer que Ainzón haya sabido homenajear a uno de sus maestros a tiempo. No es la primera vez. El dramaturgo Marcos Zapata, el guionista Alfredo Mañas, el maestro César Bona o los hermanos Arcega situaron en el mapa el nombre de Ainzón y esta localidad zaragozana lo supo reconocer. Ahora Pedro Sagasta se suma a esta selecta nómina de "ilustres ainzoneros", el primer pintor que lo hace desde su talante discreto y su esfuerzo diario que convierte el trabajo en su mejor técnica.

Personalmente, quiero agradecer a Pedro su desinteresada implicación con el Ateneo Jaqués, su constante participación en sus actividades y su colaboración en la revista El eco de los libres. Sagasta es autor del retrato a José Luis Sampedro que podemos admirar en el vestíbulo principal de la Biblioteca Municipal de Jaca, obra cedida a la ciudad tras un homenaje que se realizó al escritor barcelonés.

La obra con la que participó en la exposición colectiva que se dedicó en 2015 a Frank Sinatra y que recorrió España estuvo presente en el homenaje del pasado 1 de junio. También cedimos para la ocasión una segunda obra, en este caso, procedente de la pinacoteca el Ateneo Jaqués, que el artista cedió en el año 2016. Desde esta asociación cultural, solo podemos mostrar nuestro agradecimiento y el firme compromiso de continuar difundiendo la obra de Pedro Sagasta como hasta la fecha se ha venido haciendo. Sin tener en cuenta las exposiciones colectivas, más de veintún exposiciones de su obra se han organizado por el Ateneo Jaqués en Aragón y en Francia. Su impulso, su trabajo, su energía y la luz que guía los trazos que después plasma en sus obras son fundamentales para que el Ateneo Jaqués continúe sus pasos. Gracias Pedro.