La lealtad es una cualidad ética que se corresponde con la fidelidad a un compromiso permanente. No es un concepto legal ni mucho menos penal; no hay métodos coercitivos para imponer lealtad. Sólo puede esperarse aprobación para quien la practica y reprobación moral para quien la conculca. Acogidos a esta definición, se comprende que quien ha sido presidente constitucional de un Gobierno tiene un matrimonio inconmovible con los intereses generales del Estado, más allá, incluso, de sus compromisos personales.

Por eso las democracias consolidadas establecen la institución del expresidente del Gobierno, dotándola de compensaciones, instrumentos y dignidad para que quienes llegan a ese estadio puedan ser leales con los compromisos inherentes a su condición durante el resto de su vida. España no es una excepción. Los inquilinos de la Moncloa --y así ha venido sucediendo en los pocos años de nuestra joven democracia-- pueden reorganizar su vida profesional y personal.

PERO ESAlibertad sobreentendida debiera tener algunos límites. El primero, claro, el de una descompresión temporal que les permita navegar en la superficie de la vida cotidiana con la debida distancia al cargo abandonado, sin la contaminación inmediata de las responsabilidades recién concluidas.

No parece lógico que apenas dos semanas después de haber entregado las llaves de la Moncloa, el expresidente del Gobierno viaje al centro del huracán político que le desplazó del poder, en la dirección diametralmente opuesta a las primeras decisiones adoptadas por quien le acaba de sustituir. José María Aznar, con su viaje pretendidamente privado a EEUU, ha sido por lo menos tres veces desleal.

La primera deslealtad y la más evidente ha sido con la voluntad mayoritaria de los españoles. No se entiende muy bien que sus primeros gestos políticos vayan en la dirección de hacer más difícil la labor del Gobierno que le acaba de suceder; eso, precisamente, es deslealtad.

No hace falta constatar una vez más el distinto cedazo que maneja el PP en función de a quien se lo aplica. Cuando Pío Cabanillas, el portavoz más torticero que ha tenido un Gobierno de España, fabricó la mentira de una entrevista del expresidente Felipe González con el rey de Marruecos, el adjetivo aplicado fue el de "traición". Entonces quisieron decir "desleal" y se les fue la mano; sólo que los hechos no eran ciertos. Ahora lo son. Decir que España, con la retirada de las tropas de Irak, ha cedido al terrorismo, es un insulto a los españoles que votaron por esa opción; decirlo en el contexto de una visita a George Bush es una inmensa deslealtad que añade dificultades a la posición de España en sus relaciones con el país más poderoso del mundo.

Pero no son las únicas deslealtades. El viaje de Aznar a EEUU ha significado una inmensa sobredosis de las posiciones políticas que impidieron a Mariano Rajoy ser presidente del Gobierno. La reafirmación de Aznar en el escenario mismo del rechazo de los electores es un torpedo en la línea de flotación de la campaña del PP a las elecciones europeas que acrecienta las posibilidades de una derrota que su propio partido considera catastrófica.

LA LETRApequeña de nuestra futura historia de España dedicará algunas líneas a contar la caída libre de Aznar desde la gloria del poder a la oscuridad de estos comportamientos desleales. En poco más de tres meses, el presidente del Gobierno más soberbio, distante, temido y receloso de la historia de nuestra joven democracia, tiene dificultades para que sus propios compañeros de partido oculten la molestia que les produce cualquiera de sus apariciones públicas. El expresidente Aznar molesta a casi todo el mundo. El probablemente no se puede dar cuenta de su propia deslealtad. Los españoles, sin duda, sí lo han percibido.

En cualquier caso, no sería mala idea establecer un plan estratégico, a la vista de lo sucedido, para proteger al expresidente Aznar de las malas influencias del ciudadano José María Aznar, que no se ha percatado de los compromisos inherentes a su condición de expresidente del Gobierno de España.

*Periodista.