Es una satisfacción para la ciudadanía contar con políticos dotados de gran perspicacia en sus análisis y capaces de inculcar serenidad y tranquilidad con suma eficacia. Así, por ejemplo, el ministro de Defensa en funciones, Federico Trillo, felicitó ya en septiembre del año pasado a las tropas hispanoamericanas desplegadas en Nayaf por llevar a cabo "la misión más hermosa, batallar por la paz en un país que no ha tenido libertad". A finales de agosto, aclaraba también que "nuestras fuerzas van a ayudar a EEUU a capturar terroristas", lo cual se ha ido corroborando con el tiempo, pues apenas hay ya otra gente en Irak que gente afable y colaboradora.

En julio explicó también que habría un equipo médico español en el puesto de socorro de la base España, "donde las dolencias más frecuentes son las provocadas por las altas temperaturas". De hecho, amplió nuestros conocimientos geográficos al explicarnos que la provincia de Al Qadissiya, con capital en Diwaniya, al tener un carácter eminentemente agropecuario, es "bastante tranquila", aunque admitió que "todas las misiones internacionales tienen riesgos, sobre todo en sus inicios". Ahora, ya pasados los inicios, habrá confirmado que la tropa, sus familiares y la ciudadanía, española e iraquí, podemos respirar ya tranquilos.

Percatados quizá de la perspicacia y la serenidad de nuestros dirigentes, ciertas autoridades académicas de los Estados Unidos han considerado pertinente fichar a José María Aznar como "distinguido especialista (distinguished scholar ) en el ámbito del Liderazgo Internacional" y, en calidad de tal, dirigirá dos seminarios por semestre en la universidad privada, regentada por jesuitas, de Georgetown, en Washington DC, donde sentará cátedra sobre política contemporánea europea y relaciones transatlánticas.

DE TODOS es sabido su afán por la calidad de la enseñanza: no en vano ha conseguido implantar su LOCE en toda España, aunque su realización concreta e inmediata cada vez se presente como más intrincada y problemática. Así, predicando con el ejemplo, como siempre ha mostrado un inequívoco interés por que el alumnado español alcance el dominio del inglés e incluso de un segundo idioma, impartirá sus clases (dos semanas por semestre) en español (aún está por ver si con acento o sin acento chicano), pues seguramente no quiere privar a sus alumnos del saludable ejercicio de los idiomas. Asimismo, sus clases estarán dirigidas a grupos reducidos de unos 20 a 30 alumnos, es decir, tal y como ocurre exactamente en la inmensa mayoría de las aulas universitarias españolas.

Eso sí, la Universidad de Georgetown no ha revelado el aspecto económico del contrato de Aznar, pues al parecer cada caso es diferente y no es materia pública la cuantía de los sueldos. Se trata a todas luces de una cuestión baladí, pues es de suponer que habrá obligado a la parte contratante a ajustarse a las condiciones económicas generales de los docentes españoles: sueldo según la ley orgánica correspondiente, complemento de destino (trienios no tiene de momento) y revisión salarial anual según aconteciere el incremento del coste de la vida.

SU ALUMNADO aprenderá muchas cosas, de hondo calado, sustanciosa enjundia, aunque también de difícil inteligencia. Por ejemplo, ateniéndonos al elenco de méritos aducidos por las autoridades universitarias para el fichaje de Aznar: 1) cómo meter a un país en un conflicto armado y una invasión ilegal estando en contra una gran mayoría de la ciudadanía; 2) cómo organizar una cumbre internacional de donantes para la reconstrucción de Irak en la que España desembolsa 260 millones de euros; cómo prometer a dos centenares de empresarios que Washington recompensaría a España con adjudicaciones por valor de 6.000 millones de euros (un billón de las antiguas pesetas), y a fecha de hoy apenas haber recuperado el 1% del dinero donado; 3) cómo alardear de la creación de millones de puestos de trabajo, cuando la temporalidad laboral en España es del 30,6% sobre el total de los asalariados (más del doble que la media de la UE); 4) cómo enviar tropas para implantar en el país ocupado la libertad, la democracia y la prosperidad, y que esos mismos soldados bastante tengan con que la población no haga volar sus cabezas o corte sus gaznates al primer descuido; 5) cómo convertirse en uno de los tres adalides de las Azores en la lucha contra el terrorismo internacional y acabar siendo blanco habitual de sus bombas y sus amenazas...

Hace unos días apareció en la prensa la valoración que un estudiante de la Universidad de Georgetown hacía del futuro profesor Aznar: "Ha intentado poner a España en el mapa y ha logrado que aparezca en las noticias". Ese muchacho no sabe hasta qué punto, para nuestra desgracia, ha dado de pleno en la diana.

*Profesor de Filosofía