Hay verdades que duelen, pero no por ello dejan de serlo, así que al intentar refutarlas se puede incurrir en excesos de celo. Las declaraciones del consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, afirmando que los profesionales prefieren vivir en Zaragoza que en Huesca, provocaron la respuesta del alcalde, Luis Felipe, que las consideró un agravio. Tras el eco, el presidente, Javier Lambán, ha salido en defensa de su consejero y aprovechando para dar un rapapolvo al alcalde. Una respuesta presidencial, por cierto, que obvia que también fue el PSOE del Altoaragón el que criticó las palabras del consejero. Pero Lambán personaliza, considerando quizá que responder al partido ya es meterse en demasiado berenjenal.