El PP patinó ayer en las Cortes al no apoyar ni una sola de las medidas de regeneración democrática planteadas por la oposición, algunas de las cuales recogían las propuestas esgrimidas por Luisa Fernanda Rudi en su discurso inaugural del debate de la comunidad. El ejemplo más lacerante fue el rechazo popular a las iniciativas que plantean una reducción del número de aforados, hasta el punto de que en el Pignatelli aseguran que la propia presidenta recriminó la posición en contra del grupo parlamentario cuando se enteró. Sea como fuere, si el PP cree realmente que las propuestas de modificación del sistema político pueden ser impuestas va por mal camino. La mayoría de las medidas requieren amplios consensos, y no el mero oportunismo de enunciarlas de cara a la galería para que, a los dos días, siga todo igual.