La Universidad de Zaragoza pretendía impulsar el cambio de calendario que, entre otras cuestiones suponía la supresion de los exámenes de septiembre y su adelanto a enero y julio. Una masiva participación de los estudiantes en la consulta ha echado abajo la iniciativa. De entrada, por que se han superado ampliamente el umbral fijado por el Rectorado para que sea tenida en cuenta y porque además, la oposición, de los estudiantes queda reflejada, como ejemplo, en Medicina; de los 690 votos emitidos, 600 rechazaron el cambio de calendario.