Para las generaciones que van pintando canas y pasaron de pagar el café de cien pesetas a un euro, Europa no les infunde un gran sentimiento de pertenencia, tal vez porque creen que solo la han sufrido. Tampoco saben, porque no nos lo han contado, que gran parte de las infraestructuras de las que hoy disponemos son posibles gracias a esa unión solidaria de países. Quizá sea porque pertenecemos a esa hornada poco viajada, algo que desde luego no le sucede a los «Erasmus», los que han nacido en Europa y viven en Europa. La Europa económica existe. ¿Y la social? También. Y esa es su verdadera esencia, la más importante e injustamente la más invisible.

En estos momentos solo centramos la atención en el Consejo Europeo, donde los mandamases de países como Alemania u Holanda están anteponiendo sus intereses a los de todos. El egoísmo frente a la solidaridad. Es decir, perturbando la propia esencia de la UE. Es allí donde el resto de líderes tendrán que hacerse fuertes.

Pero los representantes que los ciudadanos elegimos para que nos representen en Europa están trabajando duramente y de manera solidaria para dar respuesta a la gran crisis mundial en la que nos encontramos. Y creo justamente que como mínimo deberíamos de conocer algunas cosas que en este momento la Unión nos está SUMANDO: se ha suspendido el Pacto de Estabilidad permitiendo así a los Estados que eleven el gasto público todo lo necesario para combatir la propagación del coronavirus y mitigar sus consecuencias económicas y se han flexibilizado las ayudas que los Gobiernos conceden a compañías en dificultades. Además, se ha puesto a disposición 37.000 millones de euros para inversión pública. Se ha hecho adquisición de material sanitario conjunta y se ha creado una reserva de equipamiento médico de emergencia.

Nuestros compatriotas han podido volver a sus hogares gracias a los 75 millones de euros para repatriaciones de ciudadanos europeos que estaban fuera nuestro continente. Se han establecido unos Corredores Verdes y directrices para asegurar el transporte de mercancías para que lleguen bienes de primera necesidad, material médico y de protección y comida a todos los países.

Más datos. En investigación contra el Covid-19 se llevan 291,5 millones de euros. El Banco Central Europeo también ha puesto a disposición 700.000 millones de euros para planes de estímulo y para bajar la prima de riesgo.

Podría seguir enumerando razones para argumentar mi respuesta: ¿Europa suma? Sí. ¿Podría sumar más? Tal vez. ¿De quién depende? De todos y cada uno de sus ciudadanos. H *Socióloga