Uf, qué atracón bodorrístico. Ahora hay que pasar a otra cosa, lo que sea, la Eurocopa, la Palma de Cannes a Michael Moore, el festival de Cine de Huesca, algo. Pero antes, un poco más de la boda. Je je. Todos los días no se dan estas audiencias. Lo primero, que no ha salido la lista de todos los invitados, ni las fotos de todos y todas. La galería exhaustiva hay que verla, de cabo a rabo. Ya puestos a aprender, vamos diversificando la culturilla, que no todo van a ser conocimientos sobre cómo funcionan los misiles, técnicas para torturar, etc. La boda da una idea de cómo funciona el mundo. Y también, de cómo las cosas anacrónicas tienen su encanto (y casi todas lo son). Siempre es más elegante un príncipe destronado, una Farah sin satrapía, que un rey constitucional, que es una expresión un poco aberrante. La metáfora escote corola , oída unas mil quinientas veces, nos lleva a recordar la jerga botánica y a olvidar el Toyota Corolla , que seguro que dispara las ventas. La boda alterará la próxima generación de nombres de coches. Un Opel Rania, etc. Es poco probable que bauticen algún modelo como Ernesto de Hannover. Debería haber una cosa de estas al menos una vez al año. La gente se llamaba por teléfono para comentar las jugadas. Un gran parque temático de la pamela, televisado, y gratis.

Esto hay que aprovecharlo. La próxima boda, divorcio o lo que caiga, ya será de pago per view, seguro. Habrá que suscribirse. Faltó el pueblo, que está mal entrenado y no soporta la lluvia. La gente de ahora, en cuanto caen cuatro gotas, se va al bar, sin ningún respeto por las instituciones, la Historia y la retransmisión. Tanto engalanar los edificios y tanto poner policías, y se olvidaron de lo más importante, el gentío, el calor humano colateral por las calles y plazas. Por unos millones más, se hubiera podido hacer un supercasting y disponer unos miles de extras bien guapos. En una cumbre del marketing este fallo es imperdonable. Porque la seguridad es una condición básica (una moda), pero difícilmente televisable. El Tour de Francia hace años que inventó eso de poner un gendarme cada diez metros, pero eso sólo no basta. Y luego, es imperdonable total que para un Evento de estas Características no hayan consultado el Calendario Zaragozano, que anunciaba lluvias en Madrid para el día 22.

*Escritor y periodista