La ponencia Cambio Climático y Agua de la Comisión del Agua de Aragón detalló ayer unos datos para la reflexión: la temperatura en Zaragoza ha subido 1,6º en los últimos 30 años. Signos de la evolución climática que se lleva años advirtiendo. No es una cuestión menor ni un asunto a muy largo plazo, ya que también se ha detectado una reducción de recursos hídricos en muchos ríos de la cuenca del Ebro, por efecto del aumento de evotranspiración de las aguas y los cultivos, consecuencia de lo anterior. Seguir su evolución para prevenir las consecuencias sociales es urgente y la creación de un observatorio aragonés del cambio climático, como reclaman los expertos, una necesidad, ya.